Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
»Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí. Juan 17:21-23
Hemos estado viendo las disciplinas espirituales en este tiempo y una de ellas es la oración. En este capitulo 17 vemos como Jesús ora por si mismo, por sus discípulos y por los futuros creyentes.
La oración, esta herramienta tan poderosa que tenemos, que no es sólo hablar con Dios, sino una comunicación de ida y vuelta. Es tener una conversación personal con El. Y aquí vemos un claro ejemplo de cómo lo hacía Jesús.
Ahora me voy del mundo; ellos se quedan en este mundo, pero yo voy a ti. Padre santo, tú me has dado tu nombre;[a] ahora protégelos con el poder de tu nombre para que estén unidos como lo estamos nosotros. Juan 17:11
Jesús pedía que los discípulos estuvieran unidos en armonía y amor, así como lo están el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo que esta es la unión perfecta.
El gran deseo de Jesús era que sus discípulos fueran uno, quería que fueran tan unidos que fueran el testimonio del gran amor de Dios.
Este es un buen tiempo para orar unos por otros, guardar nuestras palabras y juicios, para perdonar y trabajar juntos por la unidad entre todos nosotros. Y no sólo eso, sino que en lo personal y como iglesia seamos uno como Cristo es uno con el Padre y podamos ser un gran testimonio de amor de Dios para que otros puedan conocer a Jesús de una manera personal.
«Señor, gracias por tu infinito amor, gracias por este ayuno y por cada día enseñarnos mas de ti. Que la luz de tu rostro ilumine nuestro camino y nos llene de tu paz. Que cada día aprendamos más de ti y que aprendamos a amar a nuestro prójimo para que otros puedan ver a través de nosotros tu amor reflejado en nuestras vidas, en el nombre de Jesús, Amen.»
Muy bendecido con el mensaje. Mientras lo leía imaginé como el Espíritu Santo pudiera estar hablando este pasaje en presente intercediendo por nosotros minuto a minuto, o sea el Espíritu nos da a conocer quién es el Padre también por el Espíritu estamos entendiendo su palabra y la podemos guardar, asimismo el Espíritu está rogando por nosotros por los que ya fuimos adoptados y dependiendo de él podemos tener la garantía "y ninguno de ellos se perderá". Su compañía hace que nos guarde del mal y por medio de su palabra estamos siendo santificados. WOW, gracias a Dios por su protección diaria.