¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios! Salmo 42:11
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11
Una cara de la depresión es la desesperanza, este pensamiento y sentimiento que dice que las cosas ya nunca van a estar bien, que tú nunca vas a estar bien, que no hay nada bueno y que nunca habrá nada bueno otra vez. Aunque no es un pecado sentirnos así, es un lugar peligroso en el que no debemos permanecer, pues incluso podemos llegar a dudar de la bondad de Dios pensando y sintiendo que Dios es malo con nosotros, o mínimo que no es tan bueno con nosotros como lo es con otros, y llegamos a pensar que Su voluntad para nuestras vidas no es buena. Tal vez sintamos que hemos hecho cosas que nos alejan de Él y que ya nunca vamos volver al plan que Él tenía para nuestras vidas, así que debemos recordar que nada puede separarnos del amor de Dios y que si bien nuestras acciones sí tienen consecuencias, Él nos da nuevas oportunidades cada día.
Por todo esto que nos lleva a la desesperanza, una manera de enfrentar la depresión es recordar la esperanza que tenemos en Dios y tal cómo lo hizo el salmista, decirnos a nosotros mismos que todavía tenemos motivos para alabar a Dios, pues Él nos ha prometido un futuro bueno y podemos poner toda nuestra esperanza en Él. Incluso si toda la vida vamos a tener situaciones de sufrimiento y tristeza, tenemos la certeza de que estaremos por la eternidad en Su presencia en ese lugar glorioso donde ya no habrá ningún llanto ni dolor.
Si tú, o alguien cercano, estás enfrentando una situación de depresión te animo a buscar ayuda y al mismo tiempo, a pedir a Dios que inunde tu corazón de luz y abra tus ojos para que puedas ver la esperanza segura a la que Él nos ha llamado por medio de Jesucristo y que esa certeza te lleve a vivir confiado en los planes bueno que Él tiene para ti, confiando que Sus planes para tu vida son buenos. (Efesios 1:18).
«Señor, en medio de mi necesidad llena mi boca de alabanza. A pesar de las dificultades y sufrimiento, aún he de alabarte, porque pase lo que pase tus planes para mi vida son de bienestar. Gracias por ello, amén.»
Danielita Orozco
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