No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. Juan 17:15
Querida familia, hemos llegado al final de la serie Entregados. Los pastores y líderes estamos muy agradecidos por la enorme bendición que representó este tema. Muchos se quedaron con ganas de más, que es la mejor manera de cloncluir cualquier proyecto, en lo natural y en lo espiritual.
Esta serie nos deja con un excelente fundamento sobre el cuál edificar. Si nuestras vidas están centradas en Cristo, si estamos creciendo en nuestra comunión íntima con él, y si estamos priorizando llevar una vida que le agrade a nuestro Señor, entonces, sin dejar de reafirmar y consolidar estos avances, podemos empezar trabajar en lo que sigue. Eso es lo hermoso de las series. Nos enfocamos por un tiempo en un tema, en lugar de tocar temas diferentes cada domingo. Esto ayuda a construir de manera sólida y creciente.
En cuanto a lo que sigue, el Espíritu Santo nos está hablando de una realidad que hace que nuestras vidas sean total y radicalmente diferentes a lo que eran antes, y diferentes a la vida que llevan las personas que no conocen a Cristo. Hablamos del hecho de que ya no pertenecemos al mundo, así como Jesús tampoco pertenece al mundo. (Ver Juan 17:14).
Jesús nos “sacó” del mundo (Juan 15:19). No físicamente, sino de su dominio absoluto sobre nuestras vidas. Pablo dice: “En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo.” Efesios 2:1-2 (NVI). “Los poderes de este mundo.” No estamos hablando solamente de una filosofía, sino de un poder que nos retenía y nos esclavizaba a las ideologías y conductas que imperan en este mundo.
Por ello, el apóstol Juan nos exhorta con las siguientes palabras:
No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. 16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; 17 y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre. 1 Juan 2:15-17
Así que, con el favor de Dios, nos embarcaremos en una nueva aventura, y descubriremos el nuevo poder que nos hace diferentes a la población de este mundo.
«Señor, abre nuestros ojos y nuestros corazones a todo lo que has preparado para tus hijos e hijas en este nueva temporada. Pedimos que tu Espíritu Santo nos guíe y que todo redunde para tu Gloria, amén.»
Va a estar buenísima la siguiente serie!! NO SOMOS DE AQUÍ 🌎☁️
Listos para la nueva serie, sin dejar una vida dedicada a Dios 🙏🏼