Estamos hablando de invitar a la gente a que venga a conocer a Jesús. Más específicamente estamos hablando de invitar a la gente a nuestras reuniones. Nuestro propósito es darles a conocer a Jesús. Que la gente pueda percibir a Jesús en medio nuestro.
Esa es la razón por la cual estamos insistiendo, en cada uno de nuestros campus, en crear una cultura de invitar a nuestros conocidos a nuestras reuniones.
Hayamos inspiración en pasajes como el de Juan 1:42-46 (NTV), que describe como Jesús llamó a sus primeros discípulos. En este extracto del Evangelio Jesús llama directamente a dos discípulos, los cuales a la vez llaman cada uno a otro más. Así que Jesus termina recibiendo a cuatro personas. Podríamos decir que cada uno llegó +1:
42 Luego Andrés llevó a Simón, para que conociera a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tu nombre es Simón hijo de Juan, pero te llamarás Cefas» (que significa «Pedro»).
43 Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, el pueblo natal de Andrés y Pedro.
45 Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo:
—¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés[o] y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46 —¡Nazaret!—exclamó Natanael—. ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?
—Ven y compruébalo tú mismo—le respondió Felipe.
“¡Ven y compruébalo tu mismo!” Como diciendo: “Yo no puedo responder a todas tus preguntas, pero sé que cuando te halles en su Presencia él se encargará de disipar todas tus dudas.”
Idealmente, Jesús se hace visible en todo lo que se lleva a cabo en nuestro lugar de reunión. Desde que llegan nuestros invitados y visitantes y son recibidos con una sonrisa sincera y se sienten bienvenidos y atendidos. Desde que pueden captar la forma en que nos relacionamos; la forma en que nos preocupamos los unos por los otros—tal vez les toca ver que alguien ora por otra persona. Y luego una vez que arranca el servicio que puedan percibirlo en la sinceridad de nuestra adoración. En el centro de nuestra mensaje. En la administración al final. En ese pequeño espacio de convivencia cuando termina nuestra reunión. En algunas de nuestras sedes puede incluso haber un sencillo snack. Lo que queremos es que en todo puedan descubrir a un Jesús presente y activo en medio nuestro.
Así que, invita a tus conocidos y deja que Jesús se presente a si mismo.
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