No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo. 2 Cor. 6:10c
En esta reflexión no voy a centrarme en la escasez y la opresión económica en Cuba, las cuales son más tristes, graves y evidentes que nunca. Y Gabriel ya habló algo al respecto. Más bien quiero hablar de la esperanza y de la fe de la gente que visitamos, comenzando por los Pastores de la iglesia en Santa Clara. Ellos tienen una visión de iglesia incomparable, considerando a cada uno de los hermanos realmente como miembros de una gran familia en Cristo. Verdaderamente se quitan el pan de la boca por compartirlo. También puedo decirles que tienen una familia maravillosa y un gran equipo de trabajo que lo dan todo. Esto quedó más que claro cuando comenzamos a trabajar con ellos.
He de ser honesto con ustedes, a veces me respaldo erróneamente en la frase de “DIOS TIENE EL CONTROL” para evadir mi responsabilidad y mi compromiso, esto para nada ví allá, el compromiso de cada miembro de la iglesia es total, vemos por ejemplo a señores de casi 80 años colocando la iluminación de la iglesia a contra reloj para poder recibir a los misioneros de una manera mas decorosa, instalando ventiladores para que nos sintiéramos más cómodos causándose una lesión de manguito rotador del hombro para terminar la construcción del sanitario.
Y en cuanto al trabajo con los niños, pff… ni que decir, usando todos sus recursos disponibles para darlo todo en su evangelización, teniendo unos resultados muy evidentes. Solo por comentar dos de ellos: el primero, uno de los pequeños rogando por entrar a una de las células en casa porque quería orar por la gente de México. Otro de los pequeños al finalizar el servicio, en el cual estuvo indispuesto devolviendo el estómago, le comenta a su mamá que ya se había orado por todo, por la gente que nos recibió y por todos los que fuimos de México, pero que faltaba que se orará por los enfermos y él estaba enfermo. Su fe no le permitiría que el servicio terminara sin conseguir su oración de sanidad, en verdad esto fue la cereza del pastel aquella mañana.
Definitivamente la iglesia en Cuba es el mejor lugar para estar, el lugar donde además de entregar su vida a Dios, realmente caminan con él, es el lugar donde pueden desarrollar todo su potencial y poner al servicio de los demás todo lo que ellos son.
Y ¿qué decir de los jóvenes? Le pregunte a uno de ellos: ¿cuál es el anhelo de tu corazón? y me contesto que eran dos, servir a Cristo y tener una familia, lo que me dejo frio pues al ver la situación allá yo pensaría que el anhelo sería abandonar esa realidad lo más pronto posible y de no lograrlo, para nada traer mas niños a sufrir, ¡si esto no es fe y esperanza, en verdad no sé qué lo es!
La iglesia allá está comprometida en alcanzar a todo Cuba para Cristo, ellos saben que “SOLO HAY UN CAMINO Y ES CRISTO”
En resumen, pensé que ellos tenían necesidad, ¡pero lo tienen todo!
Rodrigo González Mojarro
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