El domingo pasado, 15 de octubre, por fin arrancamos la nueva serie que vengo anticipando en este blog desde el 3 de octubre: “El Lugar más Importante de la Tierra.” Desde la plataforma de nuestro campus en IPV Patria difundimos mi mensaje en video a todos nuestros demás campus. Al parecer, nos fue muy bien y la familia IPV está entusiasmada por caminar juntos esta trayectoria de formación y transformación.
Como platiqué, yo no tuve la bendición de nacer en un hogar cristiano, que definitivamente es una bendición tan grande que raya en temas de predestinación, al pensar que relativamente pocos tienen esta bendición en la humanidad en general. Aunque nacer en un hogar cristiano no garantiza automáticamente la salvación de nadie, quienes lo hacen tienen una ventaja que la inmensa mayoría de la humanidad no tiene: “Dios a domicilio.” Dependiendo de la efectividad con la que este hogar represente la realidad de la presencia y gobierno de Dios, las posibilidades de salvación aumentan exponencialmente.
Pero, aunque no nací en un hogar cristiano, mi hogar católico moderado se transformó rápidamente en un hogar muy diferente a los demás hogares de mi entorno. Se hizo un hogar cristiano. Y el autor del libro que nos está inspirando en esta serie dice: “Ser diferentes está bien.” Quiero citar un poco más a nuestro autor (dándole el crédito debido al final):
«Desde mis primeros pensamientos conscientes de niño pequeño supe algo respecto a mi familia, algo seguro. Mi familia era diferente. No éramos como los demás. De niño vacilé entre la seguridad y la vergüenza en cuanto a esto. A veces la [cruda fuerza] del amor de mis padres hacia mí me llenaba de confianza. Me sentía seguro allí. Esto era casi palpable cuando me sentaba alrededor de la mesa del comedor, interactuando con mis padres y mis hermanos y hermanas, haciendo esperar a John, Bobby y Roger [que querían que Robert saliera a jugar con ellos, pero la hora de la comida era sagrada en su hogar y estaba sazonada en temas de Dios].»
«Como un joven que deseaba ser aceptado por sus amigos fuera de esos confines seguros, habría preferido una familia normal, una familia buena onda como las de los otros chicos. Yo sabía que mi familia era diferente… no normal y definitivamente no buena onda. Hoy día estoy muy agradecido por esto.»
¿Qué tan diferente es tu hogar del resto de los hogares en tu entorno y cómo manejas tú el hecho de que sea un lugar diferente?
Wolgemuth, Robert. El lugar más importante de la tierra (Spanish Edition) (p. 20). Editorial Portavoz. Edición de Kindle.