La risa puede ocultar un corazón afligido, pero cuando la risa termina, el dolor permanece. Prov.14:13 (NTV).
Ayer dijimos que pueden haber varias razones por las cuales un hogar cristiano no sea divertido. Pero, que en realidad sólo hay dos razones primarias de las que se desprenden todas las demás: papá y mamá.
Tal vez papá o mamá, o ambos, viven con un alto nivel de ansiedad y esto les impide relajarse lo suficiente para poner un ambiente divertido en su hogar. Ahora, no estoy juzgándolos. Yo mismo no me canso de reconocer que batallo con la ansiedad y que esto muchas veces me impide relajarme. ¿Me crees si te digo que cuando estoy relajado soy muy divertido y ocurrente? Si lo soy. Si me has escuchado predicar en aquellos domingos en que me encuentro relajado, te habrás dado cuenta de que puedo ser bastante divertido.
La cita de Proverbios 14:13 al principio de esta reflexión deja ver que es horrible tratar de poner un semblante divertido cuando por dentro estás lleno de preocupaciones y aflicción. A menos que seas un actor consumado, la risa sonará un poquito artificial. Además, aún si logras pasar un momento divertido, será algo fugaz y el dolor permanecerá.
Esta es la razón, nos dicen nuestros amigos expertos de Celebremos la Recuperación, por la cual la gente se hace de hábitos destructivos y adicciones. Están tratando de mitigar el dolor con algo que los hace sentir bien. Por un tiempo. Pero, cada vez se requieren mayores dosis, y cada vez dura menos la sensación de alivio del dolor. Es una trampa. Finalmente, adicción acaba por destruirlos. Por eso, en este ministerio, y en la iglesia en general, animamos a las personas a trabajar paso a paso, progresivamente, tratando directamente con la causa de la aflicción y llevándola delante de Dios en un ambiente de apoyo grupal.
Pero no tenemos que llegar al nivel de adicción, muchas veces es el nivel ordinario de estrés el que nos mantiene llenos de ansiedad y preocupación. No es fácil deshacerse de la ansiedad, pero el camino a la libertad se halla en una relación muy cercana con Nuestro Señor Jesucristo cuya fidelidad nos anima a confiar.
Y es que no se trata de fingir, se trata de procurar ser genuinamente divertidos. ¿Qué te ha funcionado a ti para bajar tus niveles de ansiedad y preocupación? ¿Qué haces para relajarte y tratar de poner un ambiente divertido en tu hogar?
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