¡Radicales!

Luego agregó: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más. 25 A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más entendimiento, pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entiendan». Marcos 4:24-25

Esta cita viene después de qué Jesús le explica a sus discípulos la parábola del Sembrador. Y lo que me llama la atención es qué estas palabras de Jesús nos permiten ver lo radical que es la vida de un seguidor suyo. Jesús nos dice que prestemos mucha atención a lo que oímos de él. Porque si somos renuentes y no prestamos atención, o lo hacemos a medias, aún lo poco que hayamos podido entender nos será quitado. En otras palabras, ¡o le entras con todo o no le entras!

No está hablando de capacidad para entender, sino de intención de entender. Si no entendemos algo porque es complejo o está más allá de nuestras capacidades, no pasa nada. Pero, si la razón por la cual no estamos captando es porque no estamos poniendo atención o estamos distraídos o afanados con otras cosas, entonces ni siquiera lo poco que captemos se nos permitirá conservarlo. Jesús es muy radical. Y la razón es porque la vida y la realidad son radicales. Escuchen la interpretación de Jesús de la parábola del Sembrador:

“El agricultor siembra las semillas al llevar la palabra de Dios a otros. Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero enseguida viene Satanás y lo quita. Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen. Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida, el atractivo de la riqueza y el deseo por otras cosas, así que no se produce ningún fruto. Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!” Marcos 4:14-20.

La vida normal esta llena de despojo por parte de Satanás, quien se lleva mucho de lo que deberíamos retener. Está llena de problemas que nos desaniman, crítica y persecución que nos pueden paralizar, y un montón de banalidades que nos distraen todo el tiempo. Para poder sortear todas estas cosas uno tiene que ser radical y poner toda su concentración y todo su empeño en escuchar y poner en práctica la voluntad de Dios.

«Señor, estoy entendiendo que la vida en verdad está llena de tentaciones y distracciones que se llevan la mayor parte de la semilla que tú quieres sembrar en nuestras vidas. Permíteme ser de aquellos con un corazón radical para ti. Concédeme poner todo mi empeño y toda mi atención en seguirte de cerca, bien sintonizado a tu voluntad y completamente obediente a tus deseos. Si tú me ayudas, podré lograrlo. Porque sin ti nada puedo hacer, pero contigo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.»