¿Por qué Guardas Silencio?

El profeta Habacuc no queda conforme con la respuesta que obtuvo de Dios, pues no puede entender cómo Él puede usar a una nación que es más pecadora que Israel para castigar a Israel. Esto no tiene sentido para el profeta y vuelve a hacer preguntas sinceras a Dios respecto a Su silencio y pasividad mientras los malvados destruyen a los justos.

Este clamor sincero del profeta tiene su principio en el reconocimiento de la santidad de Dios, cuyos ojos son tan puros que no puede ver el mal. Entonces, no logra entender que la maldad prevalezca sin la intervención divina. Este es un clamor genuino que los creyentes podemos hacer delante del Señor, pues hay muchas personas justas que sufren y muchas personas injustas que parecen disfrutar la vida.

En este caso, podemos ver que el pueblo está sufriendo las consecuencias de dejar a Dios, quien ya les había advertido que esto podría suceder. Aún así, la respuesta del Señor no se tardará.

Lectura bíblica:

Habacuc 1:12-17

Deuteronomio 28:45-50