Ayer decíamos aquí en el blog que el viejo “yo” que era yo antes de conocer a Cristo, sigue operando en mi vida como un fantasma que se rehúsa a irse.
Me platicaron de un hombre llamado José a quien le amputaron su pierna izquierda. Hasta arriba. Sin embargo, muchas noches lo despertaba el dolor. Sentía dolor en su rodilla, en el tobillo y hasta el dolor de los cayos. El problema es que todo eso lo sentía en su pierna izquierda, la que ya no estaba allí. Éste es un fenómeno bien conocido. “El miembro fantasma.” Pero, aquí lo interesante es que su doctora le dijo que se parara frente al espejo en shorts y permitiera que su “cerebro viera” que ya no tenía la pierna izquierda. Le llevó varias sesiones ante el espejo antes de que su cerebro quedara perfectamente consciente de la ausencia de ese miembro y ya no sintiera dolor. José sabía perfectamente que no tenía la pierna izquierda, pero su cerebro no. ¡Qué cosa más misteriosa es la mente humana!
El cerebro de José no aceptó su realidad hasta que estuvo frente al espejo, varias veces. En las áreas en las que estamos batallando, sea la debilidad de carácter, o la ansiedad persistente, o la depresión, nuestra alma no va a aceptar la realidad de nuestra nueva identidad en Cristo como “fuertes,” o como “tranquilos y confiados,” o como “contentos,” sino hasta que la pongamos frente al espejo.
Necesitamos exponer bien a nuestra alma, a nuestro yo, a la verdad. Tal vez “se ocupe” que nos paremos literalmente frente al espejo para exponer a nuestro yo a la verdad de Dios. “Escucha alma mía, ¡soy fuerte!” “¡Escucha, soy libre!” “Escucha, soy una persona tranquila y confiada.” Tal vez no, quizás baste con ponernos ante el “espejo” de nuestro corazón. Cómo yo estoy desesperado porque todo lo que Dios afirma de mí realmente se refleje en mi vida cotidiana por el poder del Espíritu Santo, estoy dispuesto a probar técnicas un poco locas. Como dije el domingo en la predicación, si ya hablo en lenguas, ¿qué no me atreveré a hacer? Me he dispuesto a pararme frente al espejo y allí hablarle directamente a mi alma con las afirmaciones y declaraciones que definen quien dice Dios que soy. Con esto contrarresto las cosas negativas que mi alma me dice a mí. Nuestro yo necesita ser expuesto ante la verdad, una y otra vez (por eso, el estudio, la predicación y la enseñanza). Hasta que dicha verdad quede tatuada permanentemente en nuestra alma.
Esto ya está empezando a ser una parte de nuestras vidas, y la prueba de ello es que ya bromeamos Yessi y yo al respecto. Ayer en la mañana me dijo que iba a ir con la doctora de la cuadra por un malestar que probablemente tenga que ver con el estrés. Y yo le dije: “Mejor, ve al espejo.” Nos reímos bastante. Lo cual, por cierto, también es muy saludable.
Te voy a dar una lista provisional de cosas que puedes declarar y afirmar acerca de ti mismo. Estoy agradecido con una chica que me hizo llegar una lista de la cual tomé algunas cosas. Es una lista muy buena, publicada por un instituto cristiano. Si quieres hacerlo frente al espejo, búscate un lugar privado y párate erguido y dí las frases con confianza.
Yo soy una Nueva Criatura; las cosas viejas pasaron. Todo en mí ha sido renovado.
Yo soy Amado por Dios de manera unilateral e incondicional.
Yo soy Valioso; tengo cosas relevantes que aportar.
Yo soy Fuerte; puedo enfrentar cualquier situación.
Yo soy Tranquilo y Confiado; sé que Dios me cuida perfectamente.
Yo soy Tenaz; saldré adelante pase lo que pase.
Yo soy Resiliente; aún si lo peor sucede, estaré bien.
Yo soy Sincero, y esto hace que conecte con la gente.
Yo soy Amigable y veo a las personas de acuerdo a su potencial y no sus errores.
Yo soy Perdonador; vivo en un ambiente de gracia.
Acuérdate que lo que hacemos proviene de lo que pensamos y creemos en nuestro corazón. Entonces, pídele al Espíritu Santo que sea el administrador de tus creencias y pensamientos y pon tu confianza en él para que te defienda de los malos pensamientos y para que selle en ti la verdad y ésta te haga libre.
Tus comentarios por favor.
Hoy mismo comienzo a declarar las verdades de Dios a mi alma frente al espejo, para que se someta al Espíritu Santo y no quiera controlar mi mente.
Si Cristo conmigo, quien contra mi?
Sin duda algo sucede cuando nos dirigimos a nosotros mismos y nos hablamos lo que dice Dios de nosotros. Super bueno!💥
Sii, Amén
Definitivamente es necesario hacer estás declaraciones a nuestro cerebro.
Me encantó! Decirle a nuestro cerebro que conecte con nuestra realidad con el ES. Vamos haciéndolo!
Me fascinan estos temas en donde se entrelazan la hermosa palabra de Dios y los temas de nuestro Increíble diseño biológico (cerebro). Y saber cómo el Espíritu coordina ambas áreas para rebelarse a nosotros y en nosotros 🙏🏼
Gracias Pastor.