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Permaneciendo en la Vid

Foto del escritor: Gabriel MiyarGabriel Miyar

¿Cuál es el contexto de Juan 15? ¿Para entender Juan 15, ¿debemos ir hasta atrás adonde empieza esta sección en el capítulo 13? Sin duda la imagen de una rama que no da fruto y es arrancada (15:2) y la reiteración de que, a menos que uno permanezca en Jesús, es arrojado como una rama cortada para secarse (15:6) encajan apropiadamente después de la salida de Judas a traicionar a Jesús al final de Juan 13.


Sin embargo, el contexto más natural para Juan 15, con su imagen de una vid en la que hay que permanecer, es lo que acaba de decir inmediatamente en el capítulo anterior, el capítulo 14, como respuesta a la equivocada petición de Felipe. Me refiero al tema de como el Padre mora al interior del Hijo y como Jesús habita en el Padre:


[¡Felipe!] ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? (14:9-10).


Y el tema, sin duda más sorprendente, de cómo Jesús morará al interior de sus seguidores por su Espíritu:


Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán. Dado que yo vivo, ustedes también vivirán. Cuando yo vuelva a la vida, ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes están en mí, y yo, en ustedes (14:19-20).


—Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. El que no me ama no me obedece (14:23-24).


Con esto en mente, Jesús utiliza la metáfora de la vid para explicar aún más lo que este permanecer en Jesús significa concretamente en la experiencia de sus seguidores.


Jesús está apunto de ser tomado preso y ejecutado y, aunque sabe que va a resucitar al tercer día, también sabe que casi de inmediato se irá de este mundo para regresar al Padre. Sus seguidores se van a quedar sin su presencia visible en la tierra. Para que puedan seguir viviendo como lo han hecho hasta ahora y crecer aún más en su relación con él, Jesús está a punto de “plantar” su Espíritu en ellos.


Y, luego, también en nosotros.


Pero, si dejamos de reunirnos diariamente con él; de estudiar y aplicar sus enseñanzas; de congregarnos y recibir el apoyo de otros creyentes. Si dejamos de alimentar, en pocas palabras, la vida que vive en nosotros nos empezamos a secar, empezamos a perder esa frescura espiritual y dejamos de dar fruto.


Y hablando de fruto, lo principal, si bien no lo único, que se aprende con esta metáfora de la vid, y Jesús lo dice explícitamente, es que permanecer habitando en Jesús y Jesús habitando en nosotros significa permanecer en su amor en un espíritu de obediencia.


»Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor (15:9-10).


«Señor, enséñanos a permanecer en ti, permaneciendo en todo aquello que nutre nuestra vida espiritual y especialmente permaneciendo obedientes en tu amor. Amén.»

196 visualizaciones1 comentario

1件のコメント


Robbie Rembao
Robbie Rembao
1月27日

Que capitulo tan importante. Lejos de Jesús, NADA.

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