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¡Nunca Pudieron Responderle!

  • Foto del escritor: Gabriel Miyar
    Gabriel Miyar
  • 8 abr
  • 2 Min. de lectura

Y de Jesucristo. Él es el testigo fiel de estas cosas, el primero en resucitar de los muertos y el gobernante de todos los reyes del mundo. Toda la gloria sea al que nos ama y nos ha libertado de nuestros pecados al derramar su sangre por nosotros. Apoc. 1:5


Jesús no solamente es agradable, es brillante. Es la persona más inteligente que haya vivido y él supervisa el curso entero de la historia como dice nuestra cita de Apocalipsis.


En la última semana de su ministerio, el mundo le lanzó toda la artillería intellectual y espiritual y Jesús salía de cada trampa que le tendían dejándolos callados y avergonzados.


Jesús, inmerso en el lenguaje de Salmos debió hallar eco en las palabras del salmista:


Líbrame de las trampas que me han tendido

y de los engaños de los que hacen el mal.

Que los perversos caigan en sus propias redes,

pero a mí, déjame escapar. Salmo 141:9-10


Ya camino a Jerusalén para la semana santa, Jesús fue acosado por aquellos que querían desacreditarlo. Furiosos porque sanaba gente en el día de reposo, le reclamaban y buscaban que cayera en alguna declaración que lo inculpara:


Después se dirigió a ellos y dijo: «¿Quién de ustedes no trabaja el día de descanso? Si tu hijo o tu buey cae en un pozo, ¿acaso no corres para sacarlo?». Una vez más, ellos no pudieron responder. Lucas 14:5-6


“Una vez más, ellos no pudieron responder.”


El martes de la Semana Santa las autoridades religiosas de todo tipo, fariseos, herodianos, Saduceos, escribas y maestros de la ley independientes. La planilla completa. Todos acosan ferozmente a Jesús cuestionando su autoridad, atacando su teología, sacando los mejores argumentos de su denominación para derrotarlo en debate público, tendiéndole trampas para meterlo en problemas con el gobierno romano. Todo inútilmente porque Jesús los deja en ridículo con su brillantez:


Ahora bien, dinos qué piensas de lo siguiente: ¿Es correcto que paguemos impuestos al César o no?

Pero Jesús conocía sus malas intenciones.

—¡Hipócritas!—dijo—. ¿Por qué intentan atraparme? 19 Veamos, muéstrenme la moneda que se usa para el impuesto.

Cuando le entregaron una moneda romana, 20 les preguntó:

—¿A quién pertenecen la imagen y el título grabados en la moneda?

—Al César—contestaron.

—Bien—dijo—, entonces den al César lo que pertenece al César y den a Dios lo que pertenece a Dios.

Su respuesta los dejó asombrados, y se marcharon. Mat. 22:17-22


“¡Su respuesta los dejó asombrados, y se marcharon!”


Más adelante, el relato concluye con esto: “Nadie pudo responderle, y a partir de entonces, ninguno se atrevió a hacerle más preguntas.” Mateo 22:46


«Señor Jesús, sabemos que somos seguidores de la Persona más competente del universo, ¡la mejor informada y la más brillante! Podemos confiar totalmente en tu infinita, sabiduría e inteligencia.»

 
 
 

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