Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.
Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y dijeron:
—Este es un lugar apartado y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer. Marcos 6:34-36 (NVI)
Hemos tenido un inicio de semana en el que estoy seguro de que todos andamos revolucionados después de haber estado en el retiro de voluntarios de IPV en el que el Señor nos habló tanto acerca de la multiplicación. Algo que Dios me ha hablado a mí, y puede ser por mi trabajo ministerial es la necesidad de levantar más y más y más líderes, me encanta la idea de que nuevos discípulos se vayan levantando y preparando cada día.
En Marcos vemos como los discípulos vieron una necesidad en la multitud: La multitud tenía hambre y los discípulos se animaron a detener a Jesús de predicar para que las personas pudieran irse a comer. Los discípulos vieron esa necesidad y la llevaron a Jesús, y a partir de ahí nace el milagro de la multiplicación.
Mas adelante en el libro de Hechos podemos ver como después de que los discípulos estaban predicando el evangelio todo el tiempo, volvieron a identificar una nueva necesidad, y era la necesidad de discípulos a nuevos seguidores. Después del capítulo 6, los discípulos empiezan a animar a la iglesia a hacer nuevos discípulos, y estos últimos se levantan y empiezan a predicar el evangelio a muchos más lugares de los que los discípulos iniciales jamás hubieran podido llegar. Vemos de nueva cuenta como los discípulos identificaron una necesidad, la llevaron en fe delante de Dios, quien los respaldaba y se da ahí entonces una gran multiplicación de los discípulos.
¡Qué gran multiplicación que no se ha detenido desde entonces!... Mira, yo creo que parte del llamado es identificar necesidades en las personas, y llevarlas a Jesús… en estos casos, ambas necesidades, la de cubrir el hambre física de las multitudes, y la espiritual del mundo por el evangelio fueron identificadas por los discípulos y suplidas de una forma multiplicada por Dios.
«Señor, ayúdanos para poder seguirte y ser tus discípulos, poder ver necesidades y ponerlas en tus manos, confiando en que tú eres quien tiene el control y multiplica conforme a tu voluntad. Oramos para cada día ser más y más hombres y mujeres de Dios que llevan el evangelio de Jesús hasta los confines de la tierra. Amén.»
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