top of page

María Respondió

  • Foto del escritor: Daniela Orozco
    Daniela Orozco
  • 17 sept
  • 2 Min. de lectura

María respondió:

—Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí.

Y el ángel la dejó. Lucas 1:38


Tengo un tiempo trabajando con el Evangelio de Lucas y Dios ha usado este pasaje para retarme de una manera muy especial. Es el pasaje que narra el momento cuando al ángel Gabriel se le apareció a María para anunciarle que ella sería la madre de Jesús.


Ella reacciona con miedo y confusión al principio, pero en seguida responde con total sumisión a la voluntad de Dios. Esto ha sido retador para mí por la obediencia impresionante de María a la Palabra de Dios. Aunque nunca he podido ver a un ángel que me revele la voluntad de Dios para mi vida, sí he tenido la gran oportunidad de entender cosas específicas que Dios me pide, especialmente, he podido ver cómo me habla Dios en sueños.


El asunto es que no soy tan obediente como María. Siendo honesta, hay ocasiones en las que tengo mucha claridad de que Dios me está pidiendo que haga algo, pero no quiero hacerlo. Por eso, la obediencia de María me reta, pues ella estuvo dispuesta a obedecer la voluntad de Dios, aunque no entendía bien cómo ella podría tener un bebé siendo virgen, no entendía bien cómo ese bebé sería el Salvador del mundo y además sabía que aceptar la voluntad de Dios pondría en riesgo su vida. El impacto de la obediencia de María va mucho más allá de lo que ella pudo siquiera imaginar y pienso que muchas veces el temor de exaltar a María más de lo sano, nos ha llevado a limitarnos de aprender de su vida, lo cual es lamentable.


En contraste con María, estoy yo siendo renuente a obedecer algo mucho más sencillo, que no arriesga mi vida, sino solo mi comodidad (¡Que vergüenza!). Aun así, Dios es paciente conmigo y me da más oportunidades de hacer Su voluntad y cada que lo hago, puedo ver que Él me usa y que puedo glorificarlo. Por esto, estudiar estos pasajes de Lucas donde veo cómo la obediencia de una sencilla mujer joven tuvo un impacto eterno, me motiva a tratar de ser más obediente a la voluntad de Dios y espero que también a ti te motive.


«Señor, ayúdanos a aprender de María, quien siendo una mujer joven y sencilla decidió obedecerte. Que también nosotros podamos obedecerte rápido, amén.»

 
 
 

2 comentarios



Ximena Garabito
Ximena Garabito
17 sept

Hola Dani, gracias por compartir. En efecto, no todos tenemos ese nivel de obediencia, al menos no todo el tiempo.

Algo que a mí me sirve recordar es que Dios no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos. A veces eso se alinea con los deseos de nuestro corazón, otras nos promete algo más grande que, como no podemos imaginarlo, nos cuesta aceptar.

También nos vuelve su herramienta, nos pide sacrificios (¿y cómo no? Sí sacrificó a su propio hijo en la cruz para que fuéramos salvados; lo que nos pide es nada en comparación) para darnos revelaciones o regalos que no solo son para nosotros, sino para todo lo que nos rodea. No es nada más a…

Me gusta
bottom of page