¡Marco Ahora Realmente Vive!
- Gabriel Miyar
- 9 may
- 2 Min. de lectura
Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida… Romanos 8:38
Son las dos de la mañana y Yessi y yo estamos llegando a casa exhaustos después de que, con Arturo y Celiana, dejamos a Zaira en su hogar con su mamá y sus hermanas. Ella está devastada, comprensiblente. Los Suárez están destrozados. Los hijos de Marco, Paulina y Daniel, la madre de Marco y sus hermanos, envueltos en dolor. No los hemos visto, excepto al pastor Oscar, que está en modalidad de ocuparse de todos los detalles, poniendo en pausa su desconcierto. Tomando del Señor, en medio del dolor, paz y fortaleza.
Ha sido un día irreal. No terminamos de asimilar que Marco ya no está con nosotros. Estamos como en shock. Pérdidas tan cercanas, se antojan irreales, sobre todo, porque todo iba tan bien. Después de poco más de dos meses de esa increíble cirugía, Marco, aunque cansado y débil, parecía estar completamente del otro lado. Ya estábamos festejando su nueva vida, dándole gloria a Dios y publicando Su gran amor y misericordia.
Estamos planeando un servicio espiritual para el día de hoy para darle gracias a Dios por la vida de este hombre tan amado, mucho más allá de las fronteras de nuestra familia de Palabra de Vida. Y lo que más tengo presente en mi corazón es la horrenda responsabilidad de dar la cara por Dios. Tratar de traer algo de sentido de parte de Dios a un suceso que se niega a caber en la lógica y la razón. ¿Por qué Dios lo salvó tan espectacularmente de una cirugía tan extrema que no hay manera de apreciar su dificultad e improbablidad, sólo para llevárselo cuando ya había pasado el mayor peligro? La tormenta había quedado atrás y parecía que Marco estaba surcando aguas tranquilas, bajo un viento apacible. Esa es la gran pregunta. Y una pregunta que desgraciadamente nos hemos hecho antes, varias veces, y seguimos sin una verdadera respuesta.
Sólo la expectativa implacable de Dios, de que confiemos en él, de que desde este ángulo en el tiempo y el espacio, desde este lado de la eternidad, no tenemos la suficiente perspectiva para comprender los grandes y muchas veces misteriosos propósitos de Dios.
Sólo nos queda gloriarnos en el hecho maravilloso de que Marco está en la presencia eterna de Dios. Ahora ya conoce el amor perfecto y absoluto de Dios y ese amor disipa toda interrogante, toda angustia, todo dolor y toda lágrima. Marco vive ya de la manera más plena y completa. Y no diremos "descanse en paz" porque si de algo estoy seguro, es que una vida de esa plenitud infinita, no se caracteriza por el descanso.
«Gracias, Dios, por la vida del pastor Marco Suárez. Cubre a su esposa, a su madre, a sus hijos y hermanos. Y a todos los que lo amamos.»
Nuestro querido Pastor Marco, le creyó a Dios, confió en Dios y le sirvió fielmente. Ahora está gozando en Su presencia eterna.
Para Marco se acabaron las lecciones ya está de vacaciones en el dulce descanso del Padre, Nuestro Dios.
Dios sostenga y de consuelo a toda la familia y amigos... Que manera de mostrarle al pastor Marco tanto amor... Dios le levanto de la cama del hospital y le dejo ver a su familia un tiempo mas...para dormirlo y despertarlo nuevamente pero ahora a su presencia. Bendiciones a todos.
Un hombre irremplazable, con un corazón y oído fino para la voz de Dios, fue una bendición haberlo conocido y recibido palabra de Dios por medio de el. Nuestro corazón se duele, pero la esperanza de volverlo a ver nos alienta.
La noticia impacto cuando la leí, te conocí en vivo y directo y constate lo que Dios había hecho en ti, porque de tu boca solo salían Palabras de Vida, disfruta de esa Nueva Vida Eterna.
En oración por ustedes Gabriel y Yessi, Marco ya está en el mejor lugar y todos cubriendo a su familia en oración, pero ustedes están muy dolidos lo sé y los recuerdos se encienden en estos momentos, clamo a Dios para que derrame de Su paz y les llene de fortaleza. Un abrazo muy fuerte mis amados pastores