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¡Mami, Promueve a tus Niños!

  • Yessi Michel
  • 18 nov
  • 2 Min. de lectura

En eso se le acercó la esposa de Zebedeo, junto con sus dos hijos, Jacobo y Juan, y se arrodilló ante él.

―¿Qué quieres? —le preguntó Jesús.

―Quiero que cuando establezcas tu reino, mis dos hijos se sienten junto a ti en el trono, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Mateo 20:20-21 NBV


Los padres, deseando lo mejor para nuestros hijos, los impulsamos y muchas veces estamos dispuestos a lo que sea para que ellos destaquen, sobresalgan, sean líderes. Eso buscaba la mamá de Jacobo y Juan, y fue capaz de ir ante Jesús y pedirle un lugar importante para ellos.


Yo me imagino a su mamá preguntándoles cómo les iba en su discipulado con Jesús, que habían aprendido y dentro de todo el grupo si estaban siendo los mejores.


Para esto, pienso en las respuestas de Jacobo y Juan. Jacobo diciendo: “Mamá, fíjate que Jesús ya nota en nosotros que somos diferentes, somos apasionados y entrones en todo, por eso ya nos llama “Los hijos del Trueno.” Y nos toma en cuenta para momentos importantes, cuando sanó a la hija de Jairo, sólo nos llamó a nosotros… y a Pedro. Y también en un momento sobrenatural, Jesús nos llevó solo a nosotros al monte en donde presenciamos su transfiguración… y a Pedro.

Me imagino a Juan diciendo: “Mamá, yo me recuesto sobre el pecho de Jesús y… soy ¡El discípulo amado!”


Pero la mamá quería asegurarse de dónde estarían sus hijos cuando Jesús reinara: a la derecha y a la izquierda de Jesús. Por eso fue capaz de ir ante Jesús y atreverse a pedírselo.


“¡No sabes lo que pides!” —le dijo Jesús.


¿Porqué diría eso Jesús? Pues, estaba claro que ella sabía lo que quería para sus hijos. Pero, lo que Jesús le quería decir es que la posición de liderazgo que ella pedía significaba mucho dolor y sacrificio, sufrimientos, injusticias, mal agradecimientos, puñaladas por la espalda, etc, etc… ¡ufff y uuufff! Realmente, ¿querría que eso sufrieran sus hijos?


“¿Se creen CAPACES de beber de la copa de angustia y dolor que beberé, de RESISTIR el bautismo desgarrador por el cual pasaré?” Les preguntó a ellos. Y ellos, muy frescos dijeron que sí, “¡claro que podemos, acaso no recuerdas nuestro ímpetu? ¡Los hijos del Trueno!”


La intensión y motivación de Jacobo y Juan y de su madre era lograr una posición, sobresalir y estar por encima de todos. Deseaban el poder, por los privilegios y beneficios de estar en el lugar de liderazgo. Pero, Jesús aclaró: “Si quieren liderar, estar por encima de todos, las funciones en esa posición son muy diferentes de lo que piensan. Lo que deberán hacer es servir, ser esclavos de los demás y eso trae sufrimiento y dolor, ¡créanme! ¡Y siiii!


Si lo experimentaron completamente, porque si padecieron mucho dolor y sufrimiento. Porque Jacobo fue el primer martir, (Hechos 2:2) y Juan sería exiliado a la isla de Patmos donde padeció mucho.


Fueron CAPACES Y ambos RESISTIERON. Y no fue por su gran fuerza, fue posible por la ayuda del Espíritu Santo.

 
 
 

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