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Luz en las Tinieblas

Mony Braniff

Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida». Juan 8:12


Jesús nos dice Yo soy la luz del mundo, Él es la presencia de Dios que nos ilumina, el regalo de vida para nosotros. Algunos creen y lo siguen, otros se ofenden y otros tratan de matarlo por lo que está diciendo.


Jesús hablaba en el lugar del templo donde se ponían las ofrendas (v.20), donde se encendían las lámparas que simbolizaban la columna de fuego que guió a Israel en el desierto. En este contexto Jesús dijo ser la luz del mundo, esa columna de fuego representaba la presencia, protección y dirección de Dios.


La semana pasada, con la muerte de la madre y el hermano de Ricardo, mi esposo, fue una semana sumamente difícil, triste y de decisiones complicadas, donde verdaderamente nos sentíamos estar pasando por un desierto. Pero, donde, a la vez, vimos la mano de Dios en todo momento, esa nube y columna de fuego que nos guiaba y le daba vida a esta palabra en nuestra vida, porque decidimos seguir a Jesús y creerle por más obscuro que se veía el panorama.


También, como señaló Gabriel, en este capítulo Jesús se revela como el gran YO SOY del Monte Sinaí en el desierto, pero en forma en humana. No el Yo SOY que a duras penas dejó que Moisés viera su espalda (Exo. 33:20), sino el YO SOY completamente visible y accesible:


Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que YO SOY, morirán en sus pecados. Juan 8:24


Este YO SOY en carne y hueso, la luz del mundo, nos iluminó el camino en medio de la oscuridad, más dolorosa y nos dio dirección y le doy tantas gracias.


Este tiempo de ayuno y oración es un buen momento para pedirle al Espíritu Santo que nos revele a Jesús, el Gran Yo Soy, y como nuestra luz, protección y dirección, en los tiempos difíciles. También en medio de las luchas internas y para vencer la tentación del pecado. En el versículo 31 y 32 nos dice:


Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis palabras, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.


Jesús es la verdad que nos libera, es la fuente de la verdad. Nos libera del pecado y sus consecuencias, y nos muestra el camino a la vida eterna. Jesús nos da la libertad para vivir en una vida plena y abundante, no importando las circunstancias que estamos pasando


Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Salmo 119:105

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1 Comment


ALICIA VILLASEÑOR OLIVA
ALICIA VILLASEÑOR OLIVA
Jan 20

Dios es fiel y verdadero. El nos guía por sendas de justicia por Amor de su nombre, y aunque andemos en valle de sombra de muerte... EL ESTARÁ CON NOSOTROS. Gloria a Dios Aleluya.

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