Los Profetas

Esas cosas les sucedieron a ellos [nuestros antepasados en la fe] como ejemplo para nosotros. Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos. 1 Corintios 10:11

Hoy cerramos el tema del Espíritu Santo, y estamos muy contentos con lo que él empezó a hacer en todo IPV. Cada vez más y más personas están aprendiendo a buscar la llenura del Espíritu Santo, a manifestar Sus frutos en su carácter, a fomentar Su actividad sobrenatural y a seguir Su dirección. En realidad, el Espíritu Santo no dejará de ser tema, aunque nuestras predicaciones y enseñanzas no estén exclusivamente enfocadas en él. Siempre será una parte permanente de nuestros servicios y reuniones.

En la siguiente serie, que durará del 15 de junio al 27 de julio nos dedicaremos a fomentar el estudio y aplicación de las Escrituras. En Palabra de Vida siempre hemos tratado de recibir el ministerio del Espíritu Santo y, al mismo tiempo, profundizar en el conocimiento de las Escrituras. Nuestro compromiso es crecer en ambos y no cargarnos hacia ninguno en detrimento del otro, como sucede muchas veces en la iglesia cristiana. Por eso tenemos iglesias “pentecostales” e iglesias “bíblicas.” Esta es una división innecesaria.

En concreto, en nuestro búsqueda de conocer bien la Biblia, estaremos hablando de los PROFETAS del antiguo testamento. Siete de ellos: Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, Joel, Habacuc y Malaquías.

Junto con las predicaciones dominicales, entre semana la reflexión de lunes a viernes seguirá tocando diferentes aspectos del mensaje del profeta que veamos un domingo antes. Y como estamos hablando de impulsar la lectura de la Biblia, se incluirá la tarea de leer uno o dos capítulos selectos del libro del profeta en curso. Así, por ejemplo, este domingo 15 de junio veremos al profeta Isaías. Entonces, del lunes 16 al viernes 21 estaremos leyendo una breve reflexión cada día sobre temas del Libro de Isaías y uno o dos capítulos selectos del mismo libro que vendrán indicados al final de la reflexión.

Lo que queremos es escuchar de una manera fresca el mensaje que Dios le dio a estos hombres para su pueblo Israel y para nosotros su pueblo en el Nuevo Testamento, gentiles y judíos. Queremos poner atención a las advertencias y confiar en las promesas de restauración que hallamos en los profetas.

«Danos un corazón dócil y obediente para que podamos recibir todo lo que Tú nos enseñes en este tiempo… en el nombre de Cristo Jesús, Amén.»