Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas… Fil. 4:12-13.
Ayer decíamos que, en última instancia, la meta no es la pobreza, ni la riqueza. Sino el contentamiento. El contentamiento era el secreto de Pablo. ¡El secreto de una vida feliz es saber vivir contentos en toda circunstancia!
Así que teniendo que comer y que vestir, estén contentos (1 Tim. 6:8)
Porque, como dijimos, la búsqueda diara por el pan de cada día, pensando cada día sólo en comer y vestir también puede distraerte de las cosas de Dios. Como dice Job 24:5, “Los pobres pasan todo su tiempo buscando comida.” Esto es cierto y la causa de que tanto ricos como pobres vivan distraídos con lo material. La escasez distrae. Sí. Pero, la abundancia distrae más. ¡La abundancia de pan siempre viene junto con mil distracciones más!
Y Pablo insiste:
Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. 1 Tim. 6:6
Contentamiento, no resignación. La resignación es forzada. El contentamiento es voluntario. (Una persona que vive forzada, puede elegir aceptar lo que está viviendo, en este caso la escasez, voluntariamente y convertirlo en contentamiento). Contentamiento, no conformismo. El contentamiento está abierto a prosperar, pero no lo busca obsesivamente. Si prospera, está contento, si no, también está contento.
Pero, miren como continúa Filipenses 4:12-13 en el v. 14:
1De todos modos, han hecho bien al compartir conmigo en la dificultad por la que ahora atravieso.
Pablo esperaba ayuda. “Y esa ayuda”, le decía yo a los cubanos, “es el deber de sus hermanos fuera de Cuba. Por eso estamos aquí —aunque, nos apena, pues es muy poco lo que traemos. Quisiéramos traer mucho más!”
Yo creo que vendrán tiempos de abundancia para Cuba. Y Cuba le enseñará al mundo lo que realmente importa en la vida. Dirá: “Yo ya estuve allí y no vale la pena confiar en el dinero y las posesiones. Ahora sé lo que es más importante en la vida.” Se dira de Cuba como de Israel: Su pobreza fue la riqueza del mundo (Rom.11:12).
«Señor, enséñanos a vivir con contentamiento, libres de toda avaricia, más bien, enséñanos a vivir con toda liberalidad de modo que con alegría compartamos materiales que tú nos das todos los días.»
Gracias Pastor por este mensaje que nos recuerda que lo importante son las personas a nuestro alrededor más que las cosas a nuestro alrededor.