13 »Él le respondió a uno de ellos: “Amigo, ¡no he sido injusto! ¿Acaso tú no acordaste conmigo que trabajarías todo el día por el salario acostumbrado? 14 Toma tu dinero y vete. Quise pagarle a este último trabajador lo mismo que a ti. 15 ¿Acaso es contra la ley que yo haga lo que quiero con mi dinero? ¿Te pones celoso porque soy bondadoso con otros?” Mateo 20:13-15 NTV.
Cuándo Jesús quiso explicar la gracia, en lugar de dar una clase de teología, contó una parábola. En esta parábola un propietario de una granja sale a buscar jornaleros para el trabajo del día. Sale antes del amanecer y queda de acuerdo con un grupo de hombres de pagarles lo usual por un día de trabajo. Ellos están de acuerdo y van con él a su granja.
A media mañana el propietario se da cuenta de qué no van a ser suficientes trabajadores para la faena. Así que sale a buscar más. Encuentra a aquellos que se les pegaron las sábanas y no estaban tan entusiastas como los primeros, pero pacta con ellos y los lleva a su granja.
A mediodía, el dueño de la granja se da cuenta de qué aún no tiene suficientes trabajadores para todo el trabajo del día, así que sale de nuevo a buscar más jornaleros. Al llegar a la plaza los encuentra jugando dominó y tomando café (bueno, no dice eso). Pacta con ellos y también los lleva a su granja.
Esto vuelve a suceder de la misma manera a media tarde. Faltando una hora para el fin de la jornada, todavía no va a tener suficientes trabajadores, así que sale una última vez y trae a los que no tuvieron la suficiente buena fortuna, o previsión, para ser contratados.
Al final del día, el patrón les paga a todos, empezando por los que llegaron al último. Les da a estos lo usual de un día de trabajo, así que los que llegaron desde el amanecer pensaron que les iba a tocar mucho más. Pero cuando llegan a la mesa reciben lo mismo que todos los demás. Naturalmente, se enfurecen y le reclaman al propietario, pero éste les dice que no ha sido injusto con ellos, pues les dio lo que habían quedado y les dijo que además él tenía todo el derecho de ser tan generoso como quisiera con lo suyo propio.
Yo llegué a mi familia muy lejos de la hora de entrada y no crié a mis hijos. Los recibí de 25, 22 y 15 años de edad, pero estoy recibiendo una paga como si hubiera llegado tempranito, a la primera hora. Esto es gracia.
Ni los primeros, ni los últimos merecían el puesto, solo por Gracia somos llamados. 🙏🏼
Gracias Gabriel 🫶🏽
Dios no tiene un reloj checador, no tiene hora de entrada, Él tiene UNA PUERTA ABIERTA, para que entren los que quieran, a la hora que se encuentran con EL DUEÑO de la finca y pactan con ÉL. La paga es la misma para todos: VIDA ETERNA EN LA PRESENCIA DIVINA.