Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16 (NTV).
El lado comercial de la Navidad es francamente descarado. Piensa en los millones de dólares que ha ganado Mariah Carey con All I Want for Christmas Is You. “Es una manera fácil de ganar dinero. No se necesita mucha inspiración para crear una cancion que suene y se sienta navideña” (Spenser Kornhaber en Atlantic Monthly, Dic. 8, 2023). Y lo mismo podemos decir de Ariana Grande, Justin Bieber y Taylor Swift.
Y no solamente en la música, sino en todo lo que tiene que ver con la temporada. La gente está predispuesta a la algarabía de la temporada navideña, por lo que no se necesita mucho esfuerzo, ni mucha calidad para satisfacerla. Con toda esta predisposición a sumergirse en el “espíritu navideño” no es extraño que nuestras carteras estén tan felices de deshacerse de su contenido para enriquecer obscenamente a algunas personas.
Y no estoy recomendando una postura antinavideña, no se trata de convertirnos en la versión cristiana del Grinch. Solamente estoy sugiriendo que seamos mesurados y que disfrutemos del espíritu de la Navidad, pero sin olvidar qué es lo importante. Sin olvidar que para muchísima gente en nuestro país mucho del jolgorio comercial está completamente fuera de su alcance.
Esta es una época para sensibilizarnos a las enormes necesidades que hay en nuestro país. Es una época para compartir desde lo más profundo del corazón. Primero que nada, la Buena Noticia que se supone que la Navidad representa. Esta es una época de mucha nostalgia y de realmente considerar qué es importante en la vida. Es una época en la que se extraña de manera especial a los que han partido. Los corazones están sensibilizados y podemos hablarles del verdadero significado de la Navidad y de cómo Jesucristo vino a dar y darse por completo por amor a nosotros. Las personas que han vivido un poco, o sufrido mucho, saben que debajo del oropel de la temporada hay mucha soledad, nostalgia y remordimiento. Es un tiempo para hablarles del amor de Cristo.
Pero, no solamente compartir las Buenas Noticias, sino compartir las buenas noticias de que los bienes materiales que Dios nos ha dado son realmente para compartirlos con otros. Éste es un buen tiempo para ser generosos.
¿Estás listo para la Navidad?
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