David le respondió al filisteo:
—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. 1 Samuel 17:45
Los que estuvieron en IPV Norte saben que nuestras nietas, Julieta y Ximena, se están quedando con nosotros por 10 días. Estamos fascinados Yessi y yo. Estas princesas totalmente nos alegran la vida.
Anoche Julieta me pidió que le contara la historia del gigante y el rey joven (como es la segunda vez que se la cuento ya aprendió ayer los nombres de los personajes centrales, David y Goliat). La vez pasada sólo se la narre, pero esta vez quise hacer algo diferente así que la actuamos.
Ella fue David sobre la cama cuidando a sus ovejas (de hecho, un stormtrooper de peluche) y yo fui el león que venía a comerse a las ovejas. Pero Julieta-David Tomó su honda (imaginaria) y me lanzó una piedrita (real), llevada por su mano “en cámara lenta” hasta mi felina frente y yo caí muerto. En seguida, fui un oso y sucedió lo mismo.
Julieta aprendió que David se entrenó para lo que Dios iba a hacer con él matando fieras salvajes. Para luego enfrentar gigantes.
Entonces, montamos la escena. El campo de batalla fue la cama, Julieta David con el ejército de Israel (invisible) de un lado y yo, el gigante, Goliat, del otro lado de la cama-valle-de-Ela con mi ejército (también invisible). y mi espada gigantezca (real—¿cómo? ¿Tienes una espada real en tu recámara? Si.)
Nos lanzamos gritos de batalla. Yo le dije: “¿Tú, enano, vienes contra mi con una piedrita como si yo fuera un pájaro (libertad poética)? ¡Mira mi gran espada! Con ella voy a acabar contigo!” Julieta-David grito: “¡Tú vienes con esa espadota contra mí, pero yo te voy a vencer con la ayuda de mi Dios!” Con lo cual arrojó la piedra (en cámara lenta) que se “incrustó” en mi frente. Entonces caí cuan largo era sobre la cama y Julieta David me cortó la cabeza con mi propia espada (para tranquilidad de Sarahí y Daniel yo sostuve la espada sobre mi cuello con mucho cuidado y ella sólo la empuñó. Aunque es real, no tiene filo y fuimos muy profesionales).
Entonces le expliqué a mi princesa, que me preguntaba una y otra vez: “¿Esto realmente pasó?”—“sí, mamita”—le dije varias veces. “De veras?”—“De veras.” Le explique que esta historia significa que cuando enfrentamos problemas muy grandes para nosotros—“¿como niños más grandes que te quieren lastimar?”—“Si, Julieta.” Y muchos otros problemas como enfermedades graves y otros problemas muy grandes para nosotros. Cuando se presentan Dios nos ayuda a vencerlos con su poder. (Más adelante en su vida, hablaremos de cuando no).
Fue muy divertido contar la historia así y ambos aprendimos mucho de como Dios nos ayuda a superar los retos que son más grandes que nosotros.
P.D. En la puesta escena de esta historia ningún animal fue lastimado.
Qué hermoso tiempo en familia, digno de un hermoso ambienten lleno de fe 🙏🏼
Felicidades !
Arturo M.
Eres un abuelo maravilloso, que hermosas oportunidades nos brinda DIOS cada día para poder hablar de su mensaje de amor de diferentes formas 🙏🏽❤️