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Israel se Cuida Solito

  • Foto del escritor: Gabriel Miyar
    Gabriel Miyar
  • 6 may
  • 2 Min. de lectura

Vivimos en tiempos de un feroz antisemitismo desbordado en el mundo entero. Es un antisemitismo sospechoso. A mi me huele a azufre. Las universidades se han convertido en centros de feroz oposición a Israel. Estudiantes que ni entienden bien la compleja problemática, porque nacieron ayer y tienen cero conocimiento de la historia de la region y de la formación del estado israelí, se sienten capacitados para protestar virulentamente. Estudiantes que tratan de llenar un hueco de causas por las cuales luchar han adoptado la oposición a Israel como grito de batalla, pidiendo, literalmente, la aniquilación del pueblo judío a manos de sus enemigos. Díganme si no, pero ahora es cool entre los jóvenes estar contra Israel. Una foto del famoso concierto Coachella muestra un espactacular electrónico con la leyenda, y perdón familia, Fuck Israel; Free Palestine.


Insisto, jamás he dicho que todo lo que hace Israel está bien. Hay muchas cosas en el desarrollo de este conflicto que Israel no está haciendo de la mejor manera, pero quiero recordarles que Israel es una democracia, a diferencia de todas las demás naciones del medio oriente, que básicamente son dictaduras, algunas dictaduras religiosas, como Irán. Yo recibo noticias diarias de Haaretz, una publicación israelita de izquierda y de oposición. Ellos se encargan de desafiar a su propio gobierno, no solamente con artículos, sino con acciones concretas, no necesitan la ayuda de nadie para criticar a su propio gobierno y llamarlo a cuentas, y ellos sí con verdadero conocimiento.


Haaretz tiene todo el tiempo la mirada implacable en el primer ministro Netanyahu, detectando toda irregularidad e incongruencia y señalándola abiertamente. De hecho, porque Israel es una democracia, Netanyahu ha tenido que declarar ante tribunales jurídicos por algunas de la acciones de su gabinete. Haaretz también publica cada falta cometida por el ejército israelí. Esto es lo que significa ser una democracia. Cosa que no sucede para nada en el mundo árabe.


Así que podemos dejarle a Israel la prosecución de toda acción antihumanitaria. Y podemos orar para que los propósitos de Dios se cumplan en esa nación. Recordemos la antiquísima promesa hecha a Abraham:


Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!» Génesis 12:3 (NVI).


Estas palabras no han perdido su poder, al contrario, su poder cobra más y más relevancia conforme el mundo se hunde más y más en el antisemitismo generalizado.


Oremos porque Israel tome las mejores decisiones y pueda proteger a su gente no sólo de sus enemigos sino de sus propias fallas. Amén.

 
 
 

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