Hechos Bien Hechos

Había en Jope una discípula llamada Tabita; que en griego se dice Dorcas (Gacela). Esta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres. Hechos 9:36

Ayer, en un ambiente de adoración y alabanza en nuestro Campus de IPV Patria, el pastor Gabriel arrancó la nueva serie llamada “SOMOS.” Y como su nombre lo dice, el contenido de la serie es sobre ciertos rasgos que caracterizan a nuestra amada Iglesia y nos hace ser aquello que “somos hoy” por la gracia de Dios.

Me gusta que el título de la serie sea “SOMOS” y no “HACEMOS”, ya que, como dice C.S. Lewis, la meta de la vida cristiana no es solamente hacer actos de obediencia, sino convertirnos en personas llenas de virtudes que nos impulsan “a ser” obedientes.

Gabriel hizo referencia a esas personas llenas de gracia, pero caracterizadas por la sencillez que se mencionan el el Libro de los Hechos en la Biblia. Y no señalaba a los grandes apóstoles, sino a personas comunes como Dorcas, Pricila, Aquila y otros que, llenos del Espíritu Santo, hicieron grandes obras de amor en medio se su comunidad, y también grandes señales que ratificaron el poder de Dios actuando en sus vidas y a través de sus vidas.

Y también Felipe, quien comenzó su ministerio sirviendo mesas y atendiendo a la comunidad de la recién nacida iglesia de Jesucristo, a quien luego vemos predicando en Samaria, realizando milagros, sanidades y liberaciones al estilo apostólico (Hechos 8:4-13).

El Libro de los Hechos sigue escribiéndose hoy en día, decía Gabriel, pero ahora ya no con aquellas personas comunes llenas de Dios, sino contigo y conmigo, también comunes, que, al igual que ellos, vivimos convencidos de mostrar al mundo que Dios sigue vivo y gobernando cielos y tierra. Ya no en un contexto del primer siglo en donde no había electricidad, naves volando, internet e inteligencia artificial, sino en un mundo completamente diferente en lo externo, pero idéntico internamente. Un mundo que sigue necesitando el amor de Dios en Cristo para ser salvo del fuego eterno. Y una misma iglesia que al igual que aquella se construye sobre el fundamento del evangelio: El Espíritu Santo, La Palabra de Dios y una Gran Comisión.

No hay nada nuevo, solo las formas en las que hoy hacemos las cosas. Hoy somos más sofisticados, y así debe ser, pero el mensaje, el poder y las personas somos las mismas, con otras historias, otras lenguas y otros rostros. El tuyo y el mío. Y el de otros cientos de miles que cautivados por el amor de Dios adoramos a Jesucristo.

«Amado Dios, es mi deseo agradarte y ver mi nombre escrito en las páginas eternas de este libro que hoy se sigue escribiendo, un libro lleno de aventuras impensables y sorpresas infinitas, ayúdamos, Señor, por tu Espíritu a abrazar esta hermosa realidad que nos abraza a nosotros, porque tu Dios haces las cosas mucho más de lo que podemos imaginar o pedir. Amén.»