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¿Gayo o Diótrefes?

  • Foto del escritor: Gabriel Miyar
    Gabriel Miyar
  • 17 nov
  • 2 Min. de lectura

Jesús los llamó y dijo: —Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen al pueblo y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás, así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20:25-28 (NVI).


Ayer en casi todos nuestros campus hablamos del liderazgo cristiano como un liderazgo genuinamente servicial. Todos los líderes del mundo dicen que su liderazgo es para servir a los demás, pero en realidad en la mayoría de los casos, realmente es un liderazgo para servirse de los demás.


En IPV Norte predicó mi amada esposa, y ella hizo una comparación muy interesante entre dos líderes de la iglesia en la misma congregación, cerca la ciudad griega de Efeso. El apóstol Juan les escribe en su tercera carta. Por un lado está Gayo que ejerce un liderazgo que sirve y apoya a los misioneros que pasan por su pueblo. Por el otro lado está Diótrefes de quien el apóstol Juan dice: “Escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre ellos, no nos acepta.” (3 Juan 9).


No podría haber un estilo de liderazgo más contrastante. Y recuerden que estamos hablando de qué Jesús nos instruyó a que el que quisiera ser el primero de todos, debería ser el sirviente de todos y no andar aferrándose a un primer lugar a la manera del mundo. El apóstol Juan añade enseguida de Diótrefes: “Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos y a quienes quieren hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia” (v.10). esta no es la clase de liderazgo, que Jesús nos legó.


Gayo es un lider conforme al corazón de Jesús: “Querido hermano” —le dice Juan— “te comportas fielmente en todo lo que haces por los hermanos, aunque no los conozcas” (3 Juan 5). Diótrefes, por otro lado, “con palabras malintencionadas, habla contra nosotros solo por hablar” (v.10).


A Diótrefes le encanta promoverse, a sí mismo —“le encanta ser el primero entre ellos” (v.9). Gayo es humilde y no hace ningún alarde de su posición, pero Dios es quien lo promueve —como ya vimos en el v.5 “te comportas fielmente.”


Cuando Dios nos llamó a ser líderes, nos equipó con el recipiente y la toalla de Jesús (Juan 13) Y desde entonces estamos llamados a servir humildemente a las personas a nuestro cargo, y en verdad a todo mundo, por amor, a Cristo, emulando la manera de Jesús de liderar.


«Señor, mantén nuestro corazón alejado del ejemplo de Diótrefes; más bien, haz nuestro corazón, conforme al corazón humilde y servicial de nuestro antepasado en la fe, Gayo.»

 
 
 

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