Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y cuando trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué? Porque mi casa está en ruinas, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, mientras ustedes se ocupan de construir sus elegantes casas. Hageo 1:9
Es vital planear las cosas con tiempo. Cuando busqué un texto bíblico para este día, 27 de enero, el penúltimo día de los 21 Días de Ayuno, sentí que era este de Hageo 1:9. Esto fue hace semanas, a principios de diciembre. Pero, hoy que me siento a escribir la reflexión en base a este versículo, lo siento muy fuerte. Muy extremo, como que no se aplica a nosotros. ¿O si?
Cuándo Dios le dio este mensaje a los israelitas, ésta era exactamente la situación que se describe en el versículo nueve. Al regreso del exilio de Babilonia y con un templo en Jerusalén completamente arrasado, cada familia se preocupó por sí misma y se dedicó a construir su propia casa, algunos con derroche de lujos. Gracias a la predicación de Hageo las cosas cambiaron y pusieron manos a la obra para reconstruir el templo, y entonces Dios los bendijo de nuevo y sus cosechas fueron abundantes.
Pero, ¿cómo aplico esto de manera concreta a nuestra situación actual? Pensé, en primer lugar, en general la casa del Señor en Palabra de Vida no está en ruinas. Ni tampoco hay muchos entre nosotros que tengan casas elegantes. No, la casa no está en ruinas. Pero, con una deuda enorme en IPV Patria de la que estamos pagando sólo los intereses (altísimos) y la lentitud para seguir animando a la gente a comprometerse con “Juntos Construimos,” puedo entender que el Señor diga: “No se están ocupando de mi Casa como deberían.”
No hemos podido concretar el terreno para el Centro Comunitario que será el hogar de IPV Brisas porque tenemos que adquirir dos terrenos más, que realmente no son caros, pero falta más compromiso. En IPV Plantíos, en Charcas, SLP, tenemos un muy buen edificio, de los mejores de la ciudad, pero es casi como un cascarón al que le falta mucha adecuación interna.
En IPV Tepeji, hemos sufrido mucho despojo en la carpa en el terreno, con robos constantes y la necesidad de armar y desarmarlo todo cada domingo. Y los proyectos para un hogar más permanente siguen en el tintero. En IPV Norte, no podemos quejarnos, pero en estos 21 días hemos sufrido una serie de trabas por parte del hotel que nos hospeda que nos hacen ver la necesidad de redoblar esfuerzos para buscar un local dedicado a la iglesia 24/7. En Colima rentamos un buen local, y estamos agradecidos, pero la visión es mucho más grande y necesitamos no “dormirnos en nuestros laureles”.
No quiero pintar un cuadro más negativo del que tenemos, pero definitivamente sí veo como Dios pueda estar dándonos a IPV una versión no tan extrema de Hageo 1:9, no tan polarizada: MI CASA EN COMPLETA RUINA/USTEDES EN CASAS LUJOSAS, pero sí puede estarnos diciendo algo así como: HACEN FALTA MUCHAS COSAS EN MI CASA/Y USTEDES PENSANDO SOLO EN LAS SUYAS.
Piensa, “¿puedo hacer algo para que la casa de Dios en IPV se construya bien este año?”
«Señor, no quiero que con un soplo hagas desaparecer mis “cosechas.” Buscaré que no falte nada en tu casa y no solo emprenderé esos nuevos y grandes proyectos personales.»
Señor. Nuestro presente tiene retos y necesidades grandes. Ayúdanos a ver más allá de nuestros ojos naturales y permitirnos poder edificar con dignidad tu iglesia. Tu tienes el verdadero control. Amén.
Perdoname Señor por no ver las necesidades de tu casa , y ser tan egoísta de solo ver las mias, llename de tu misericordia , amor y generosidad , para ponerte en 1er lugar y apoyar en con todo a tu casa. amen!!! te amo padre hermoso ❤️
Perdón Señor por no ver las necesidades en Tu casa. Dame un corazón generoso que vea como prioridad, dar para Tu casa. Amén