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El Grinch y la Navidad

Foto del escritor: Gabriel MiyarGabriel Miyar

Pues nos ha nacido un niño,

un hijo se nos ha dado;

el gobierno descansará sobre sus hombros,

y será llamado:

Consejero Maravilloso, Dios Poderoso,

Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 9:6


El jueves pasado Yessi y yo vimos El Grinch Roba la Navidad, la de Jim Carey. Veníamos platicando días anteriores que para los cristianos la Navidad es un poquito agridulce. Nos encanta el tiempo de Navidad como al que más. Es un ambiente bonito, cálido en medio del frío. Las decoraciones, las canciones, las películas, el arbolito, los regalos, la familia reuniéndose, etc. Pero, nos da un poco de nostalgia que se haga muy poca referencia al corazón de la Navidad, el nacimiento de Jesús. Se ha convertido en una festividad inofensiva para las religiones o aún para quienes carecen de religión. Y no estamos a favor de resentir u odiar a Santa, ni nada por el estilo. Ese es otro espíritu en el que tampoco queremos caer.


Pero, volviendo al Grinch. Como la mayoría sabe, el Grinch se propuso acabar con la Navidad para el pueblo de los Quienes. Así que se metió a las casas disfrazado de Santa (ni de chiste se parecía), no para traer regalos sino para robárselos y acabar así, según él, con la alegría de la Navidad. En efecto así lo hace, y espera en lo alto de una montaña con su botín para ver la tristeza y el dolor sustituir la alegría en el pueblo.


Los lindos aldeanos al principo se lamentan, como esparaba el Grinch, pero pronto, guiados por el padre de la pequeña heroína, Cindy Lou Who, caen en cuenta de que “la Navidad es mucho más que los regalos.” ¡Sí! ¡Sí! Este es el momento en el que uno esperaría escuchar la Gran Noticia:


“¡Claro, la Navidad es mucho más que los regalos y todo lo que acompaña la festividad! La Navidad es… La Navidad es… Jesucristo viniendo como un bebé humano para habitar Dios entre nosotros, para a salvar a la humanidad!”


¡Pero, no! “La Navidad es… estar juntos en familia, rodeados de amor,” o algo así. Es la propuesta del cuento navideño. ¡Es en esos momentos que se añora el corazón de la Navidad!


Que tierno, que divertido, que “navideño,” pero no. Ese sentimiento, pues sí, es mejor que el odio o las guerras (que hermoso cuando aliados y alemanes pararon la 1a. Guerra Mundial para felicitarse por la Navidad, ¡y luego continuaron matándose!). Pero, se siente el hueco en el corazón de la temporada.


¡Que esta Navidad podamos compartir con quien se nos atraviese que sí, la Navidad es más que los regalos y la cena y la reunión familiar, mucho, mucho más.


«Señor, danos la oportunidad de compartir el verdadero significado de la Navidad. Amén.»

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1 Comment


Nangy Rodriguez
Nangy Rodriguez
Dec 11, 2024

amen!

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