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  • Foto del escritorGabriel Miyar

Dos Opciones: Parte I


Ya que respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, ¿acaso no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu, y así vivir para siempre? Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad. Hebreos 12:9-10 (NTV).


Hebreos capítulo 12 es sumanente orientador en el tema de la disciplina. Tanto la disciplina que experimentamos por parte de un Dios amoroso y firme, como la disciplina que, basados en nuestra experiencia con Dios, Su Palabra y Su familia, transferimos a nuestros hijos en el Hogar.


Según Hebreos 12:9-10, en cuanto a nosotros mismos, cuando Dios nos disciplina, tenemos dos juegos de opciones:


Podemos pensar que con la disciplina de nuestros Padres terrenales fue suficiente para nosotros llevar una vida recta y agradable a Dios, o podemos ir más allá y abrir nuestros corazones a la disciplina (superior) de nuestro Padre celestial.


Podemos conformarnos con haber recibido “lo mejor a su alcance” o podemos abrazar “lo mejor” en un sentido absoluto. “Lo mejor a su alcance” es sumamente variable dependiendo de qué padres nos asignó Dios. Pudieron haber sido muy buenos y sumisos a Él (piadosos), o tal vez, no tanto.


Podemos conformarnos con lo que duró “algunos años” y, ¡gracias a Dios! Ahora somos adultos libres. O podemos vivir ahora bajo la amorosa disciplina de nuestro Padre celestial “siempre.”

Puede bastarnos con una guía que fue lo mejor al alcance de nuestros padres y produjo una vida normalmente buena, o podemos llevar una vida que “siempre es buena.”

Podemos ser personas con una “decencia ordinaria” o podemos “participar” plenamente “de su santidad.”


¿Cómo hacemos esta elección? Al abrazar la disciplina del Señor de buen ánimo, con humildad y fe. O resistirla en temor y desconfianza.


Basado en todo esto, ¿qué cosas concretas puedes hacer o qué decisiones puedes tomar el día de hoy que te pueden abrir a la amorosa disciplina de Dios?


Yo, por mi parte, decido no quejarme hoy por las situaciones incómodas, frustrantes y dolorosas que Dios permite en mi vida para corregir actitudes y acciones que no lo honran y que me sabotean. En lugar de quejarme, voy a dar gracias de que Dios me dedique toda su atención.

11 visualizaciones2 comentarios

2件のコメント


Ana Luisa Galindo
Ana Luisa Galindo
2023年11月16日

Mucho en que pensar. Por lo pronto, sujetar mis pensamientos a la obediencia a Cristo.

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Yessi Michel
Yessi Michel
2023年11月17日
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Amén

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