Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Colosenses 3:17
Una vida dedicada a Dios puede tener diversos significados, pero creo que en cualquiera pudiera representar un reto grande.
Palabras como santidad, perfección, honor, dependencia, humildad vienen a mi mente poniendo un estándar muy alto para que yo pueda vivir una vida que agrada a Dios.
Con un poco de frustración, consulte el diccionario y me encontré que “dedicar” es un verbo transitivo, estos son los que describen acciones que recaen sobre un objeto o persona diferente al sujeto. En este caso sería Yo y Dios.
Después encontré dos significados :
Destinar algo a un fin determinado
2. Ofrecer a alguien algo, especialmente una obra literaria o artística, como obsequio o muestra de agradecimiento.
Destinar algo a un fin determinado. Me dio descanso pensar que el “destino” de mi vida es Dios, el cielo, una comunión eterna con El; y para este fin yo solo tengo que creer y aceptar lo que Jesucristo hizo por mi. Entonces mi vida está dedicada a Dios.
Y en el segundo significado, ofrecer a alguien algo… como obsequio o muestra de agradecimiento. Imaginé mi vida como un regalo que das a alguien en agradecimiento por un favor recibido (las típicas galletitas deliciosas, que le expresan a la persona lo importante que fue su ayuda para ti).
No hay un favor, un regalo mayor que la salvación y el hecho de poder tener al Espíritu Santo en mi vida, por lo tanto soy la cajita de galletas y me ofrendo con una dedicatoria de amor y gratitud a vivir una vida para El. En la mano de quien recibe la ofrenda.
Hoy entiendo por “una vida dedicada para Dios” más como un lugar que se me ha otorgado, VIP, junto a su corazón, que no quiero perder...y trataré de hacer lo que sea por no perderlo.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Salmo 91: 14-15
Quiero cuidar ese lugar, quiero dedicarme a cuidarlo, quiero vivir una vida dedicada a Dios.
«Gracias, Señor, por darme un destino hacia tu corazón; gracias por salvarme y por anhelarme cada día. Tu corazón es mi mejor lugar y ahí quiero permanecer. Dame cada día mayor sensibilidad para identificar aquello que me aleje de tu corazón. Libérame de todo engaño en mi mente y corazón que me lleve a tomar con ligereza ese lugar que tengo junto a ti; que nada tenga mayor valor en mi que cuidar mi relación contigo, y que a partir de ahí todo lo haga con alegría como para ti. Que el poder de tu sangre, que me guarda en tu pacto de amor, me santifique en tu verdad. Amén.»
Annie Partida
Ofrecer mi cuerpo, mente y espíritu como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (Rom 12:1) ¡Gracias Padre por tanto amor!
Gracias querido Pastor por ayudarme a entender mejor el sentido de “devoción”, de “piedad” y sobretodo de “una vida dedicada a Dios”. El deseo de mi corazón es que el poder de la Sangre de Cristo, me guarde en Su pacto de amor y me santifique en Su Verdad.
Amén. Gracias señor por tanto amor 🙏