“Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan» (Lucas 11:13).
Desde que nacieron mis hijos mi oración ha sido que tengan un encuentro con el Espíritu Santo y experimenten su poder; hoy tienen 12 y 14 años. Son muchos años para una oración que espera una respuesta específica.
El domingo de inicio de esta serie, Gabriel, nuestro pastor, nos decía: “haz una lista de lo que te da miedo y que impide que el Espíritu Santo se mueva con libertad.” Lo primero que vino a mi mente fue el miedo a no ver la respuesta que yo espero. Pero, entonces me di cuenta de que tenía que entregar mi miedo y la incredulidad que ese miedo me había producido. Si yo estoy pidiendo un encuentro con el ESPÍRITU SANTO, eso voy a recibir. ¿Hay algo mas bueno que el Padre nos quiera dar, que su mismo Espíritu?
Los padres que hemos vivido la transformación en Cristo y el poder del Espíritu Santo deseamos lo mismo, y más, para nuestros hijos. ¡Y Dios lo desea más que yo! ¡Que descanso! ¡Y está pasando! ¡A Su forma! ¡Que increíble descubrir en lo sencillo y en lo cotidiano Su poder y no dar las cosas por hecho, cuando nos dice la Palabra que toda cosa buena viene de Él!
“Mamá, ¿oramos?”
“Yo creo que Dios me ayudó”
“Mamá, ¿para que se emborrachan?”
“Te acuerdas mamá cuando leímos el libro de Jueces, y Dios levantaba un libertador cuando Israel clamaba.”
“Perdón, te hablé mal mamá.”
“Podemos ayudar a esos niños en la calle.”
“Dame Señor tu gracia y tu técnica para bailar ballet cada vez mejor”
“Gracias Señor porque tuvimos un día muy chido.”
“Gracias, Señor, porque se arregló el problema del negocio de papá”
“Señor, tú puedes y quieres sanarnos.”
Frases que nacen del poder del Espíritu Santo en lo profundo de su corazón, en donde está produciendo Su fruto. ¡Cuánto poder se necesita para transformar un corazón! Wow, el mío ha necesitado mucho de Su presencia y de Su poder! Sigamos pidiendo al Padre más del Espíritu Santo que ciertamente se manifestará con poder en nosotros.
Annie Partida.