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Diamantes

Foto del escritor: Gabriel MiyarGabriel Miyar

Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Mateo 19:22


La semana pasada leí un artículo que me entristeció mucho, acerca de una familia que le apostó todo a la empresa Amway y terminaron en la pobreza. La autora, Andrea Pitzer es la hija de esta pareja que dedicó su vida a esta empresa, comprando los productos y reclutando personas y comprando los libros y cassettes motivacionales de los líderes de la empresa.


La madre de Andrea estaba deslumbrada con el hermoso futuro que ofrecía Amway. Donde quiera que iba—al centro comercial, al parque, la tienda de autoservicio— le preguntaba a la gente si le serviría un poquito más de dinero al mes: “Me gustaría hacer una cita con usted para hablarle de una emocionante oportunidad de negocios.” Su confianza y su profesionalismo eran cautivadores. “¿Qué harías con un millón de dólares?” le preguntaba a Andrea mientras la hacía girar en volantina en la cocina.


“Mi madre y mi padrastro compraban los productos, los distribuían, se quedaban hasta muy tarde los siete días de la semana trayendo nuevos reclutas para ver ‘el plan’ y pagaban para ir a la reuniones nacionales y rallies.”


“En uno de esos rallies, mi hermano y yo nos topamos con el hijo de Doug Wead, confundador de la empresa, que era de nuestra edad más o menos. Después de jugar por todo el hotel, los tres nos fuimos a nuestro cuarto a platicar. Yo dije: ‘que increíble, será cuando mi mamá y mi papá se hagan Diamantes y seamos ricos como tú.’ Pero él me dijo que no iba por ahí. Su padre realmente no ganaba dinero con los productos de Amway. La mayoría de lo que ganaba venía de escribir libros y grabar pláticas. Así es como la gente se hacía rica en Amway —vendiendo libros y cintas motivacionales a distribuidores como mis padres— ¿Acaso no lo sabía?”


El dinero es un asunto bien importante, y la forma en que lo ganamos y a lo que lo dedicamos, y especialmente lo que pensamos acerca de él, es una de las cosas más importantes de la vida. El dinero definitivamente no es lo más importante en la vida, pero lo que pensamos acerca del dinero, es una de las cosas más importantes. Es crucial.


Como seguramente se dieron cuenta, este mes estaremos hablando de nuestras finanzas en las predicaciones dominicales. La serie se llama Ni Todo el Amor, Ni Todo el Dinero. Y la idea es que gire en torno a dos conceptos centrales, que son la fidelidad y la generosidad. La fidelidad para con Dios y la generosidad para con nuestro prójimo.


Durante este mes tendremos nuestra reflexión diaria entre semana. Pero, sinceramente, no quiero agobiarlos hablando todos los días acerca del dinero, así que tocaremos temas diversos, pero también volveremos con frecuencia al tema del dinero para reforzar lo que hacemos los domingos.


Te invito a seguirme todos los días.

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