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Descanso para el Alma

  • David Roldán
  • 9 oct
  • 2 Min. de lectura

“Vengan a mí todos los que están cansados y cargados, y yo los haré descansar. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.”

(Mateo 11:28–30)


Cada vez más personas valoran algo que el mundo no puede ofrecer: la paz del alma. En la iglesia cuando hablo con gente que viene cargada le pregunto, ¿en que te puedo ayudar? y la respuesta más común es "ora por mí, quiero paz." Podemos tener una vida llena de actividades, trabajo y metas… pero sin descanso interior. Jesús, en este pasaje, nos muestra el camino hacia ese verdadero descanso y creo que podemos ver al menos tres cosas.


Vengan a mí

Jesús invita a todos los cansados a acercarse. En aquel tiempo, hablaba a personas oprimidas por las exigencias religiosas; hoy nos habla a quienes cargamos con culpa, miedo o autosuficiencia y la verdad también cualquier religiosidad. No tienes que cambiar antes de venir. Sólo acércate y deposita tus cargas ante el Dios rico en misericordia. Ir a Él es cambiar de dirección (o sea arrepentirte), confiado que Él te ama y quiere darte Su gracia.


Tomen mi yugo

El yugo era una pieza de madera que unía a dos animales para trabajar juntos. Jesús usa esa imagen para decirnos que nos unamos a Él. Su yugo no esclaviza, libera. El yugo es de Jesús, no tuyo. Eso quiere decir que Él camina contigo, empuja contigo y te da fuerza en tu debilidad. Me gusta pensar que El Espíritu Santo es ese “yugo”: el que nos une a Jesús y nos ayuda a permanecer junto a Él.


Aprendan de mí

No se puede aprender de alguien sin estar cerca. Seguir a Jesús no es sólo creer en Él, sino parecerse a Él. Su humildad y mansedumbre son el modelo de una vida en paz. Aprender de Jesús es dejar de luchar por tener el control y confiar en que Él ya lo tiene.

Cuando venimos a Jesús, tomamos Su yugo y aprendemos de Él, encontramos lo que todos anhelamos: descanso para el alma. No una vida sin problemas, sino una vida en comunión con Aquel que los carga con nosotros.


"Señor ayúdame a permanecer cerca de ti, confiar en ti y depositar mis cargas en la cruz, ayúdame a ser humilde, a no tomarme tan en serio, sino que Tu seas lo mas importante y no yo. Amen."

 
 
 
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