top of page
Buscar

De Adentro Hacia Afuera

Daniela Orozco

Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis estatutos y obedezcan mis leyes.

Ezequiel 36:26-27 

 

Probablemente mientras lees las reflexiones de estas semanas te llegues a sentir abrumado o frustrado porque reconoces que tu corazón no está como debería, que en realidad sí tienes algo de amor al dinero, que no te preocupas tanto por la gente bajo tu responsabilidad y que, a fin de cuentas, no amas a Dios como se supone que deberías. Entonces, reconoces que algo necesita cambiar, pero no tienes idea de cómo cambiar lo que hay en tu corazón. No estás solo en esto, la realidad es que todos seguimos avanzando.

 

La buena noticia es que Dios mismo se encarga de transformarnos desde adentro. Él prometió en tiempos del Antiguo Testamento que llegaría un día en el que iba a derramar Su propio Espíritu dentro de nuestros corazones y eso provocaría que desde nuestro corazón surgiera el deseo de obedecerlo. Y esto sucedió el día de Pentecostés en Hechos 2 y sigue sucediendo ahora, pues creemos que cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, el Espíritu Santo viene a vivir en nosotros.

 

Ahora, este cambio de corazón es algo que sucede milagrosamente, pues literalmente nosotros nacemos de nuevo, pero, a la vez, se va manifestando gradualmente. Si eres honesto contigo mismo vas a saber que hay cosas que Dios te pide que de verdad no deseas aún, pero también puedes notar que hay otras cosas que Dios te pide que antes ni te interesaban y ahora son importantes para ti (por ejemplo, orar, ir a la iglesia, escuchar alabanzas, perdonar, diezmar, etc.)

 

La Biblia nos enseña que la transformación real y profunda que sucede en la vida de un creyente es de adentro hacia afuera y es la obra del Espíritu, quien produce Sus frutos en nosotros. Por lo tanto, creo que nuestro afán no debe estar enfocado en transformar nuestro corazón, eso sólo nos va a dejar frustrados porque somos incapaces.

Más bien, creo que nuestro esfuerzo debe estar enfocado en estar expuestos a la presencia de Dios constantemente. Así que si tú has identificado que tu corazón está lejos de donde debería, considera buscar maneras de exponerte más a la presencia de Dios: sé fiel y disciplinado con tu tiempo devocional, sé constante en leer la Biblia, no faltes los domingos a tu congregación, involúcrate en la alabanza y adoración, no sólo cantes las canciones, sino aprovecha esos espacios para entregar tu corazón a Dios.

 

«Señor, gracias por dejarnos ver la transformación que nos hace falta aún, gracias por Tu Espíritu que nos transforma, ayúdanos a permanecer unidos a Ti. Amén.» 

 
 
 

1 commento


Alex Sandoval
Alex Sandoval
14 feb

Amen!

Mi piace
bottom of page