Ayer en el campus de IPV Norte, el pastor Marcos Suárez nos habló del Poder de las Palabras en el hogar. Al hablar del poder que tiene el pedir perdón mencionó una película. C’mon, C’mon: Siempre Adelante.
En la película, Johnny (Joaquín Phoenix) es un reportero de la radio de voz suave y emocionalmente reprimido que viaja alrededor de los Estados Unidos entrevistando a una variedad de chicos acerca de lo que piensan de su mundo y de su futuro. En un punto, a Johnny le toca cuidar a su pequeño sobrino Jesse. Jesse, al viajar de estado en estado con Johnny, le da una nueva perspectiva que efectivamente revoluciona su vida emocional.
En una escena Jesse se pierde un rato en las calles de Nueva York y Johnny se espanta tanto que quiere enviarlo de regreso a casa. Ambos tienen un fuerte conflicto. Unas horas después Johnny se acerca a Jesse para pedirle perdón, pero como no sabe cómo hacer eso usa una guía de Internet que le aconseja:
“La forma en que esto se desarrolle dependerá de su personalidad... con toda calma invite a su niño a que le ponga atención. Puede intentar lo siguiente: Hey, cometí un error y quería hablar contigo al respecto. ¿Puedo entrar?”
JOHNNY
‘Hey, cometí un error y quería hablar contigo al respecto. ¿Puedo entrar?’
JESSE: ‘Si.’
Johnny se sienta en la cama junto a Jesse.
JOHNNY [siguiendo las indicaciones del sitio de Internet]: ‘¿Te dio miedo cuando te grité? ¿Sientes que te fallé cuando te dije que te iba a devolver a casa?’
JESSE: ‘Si, eso sentí.’
JOHNNY [Leyendo]: ‘Me siento muy mal por la forma en que me comporte. ¿Estás enojado conmigo? Está bien si lo estás. Quiero escuchar lo que sea que estés sintiendo y pensando.’
JESSE: ‘Pensé que estabas siendo un fastidio, como un dolor de Cabeza.’
JOHNNY [Johnny reanuda la lectura]: “Me estoy sintiendo muy—utilice una palabra de sentimiento.” Johnny considera lo que está sintiendo. Jesse está cada vez más involucrado en la conversación, se recarga en Johnny.
JOHNNY: ‘Me siento de la patada, estúpido, desconectado. Triste.’ [Sigue leyendo]: “Comparta con su hijo lo que estaba sintiendo y lo que usted necesitaba.” ‘Estaba rebasado. Cuando te perdí pensé que algo horrible te iba a pasar y no iba a poder soportarlo.’
JESSE: ‘¿Qué necesitabas?’
JOHNNY: ‘Necesitaba estar en control.’ [Johnny sigue leyendo]: “No se defienda con frases como: Pero es que tú estabas actuando fuera de control” —‘mi mamá era buena para hacerme eso.’
JESSE: ‘Mi mamá no hace eso.’
JOHNNY [Sigue leyendo]: “Ahora, desde el fondo de su corazón, vea a su hijo a los ojos y dígale que lo siente.”
JOHNNY: ‘En verdad lo siento Jesse, no sabía qué hacer.’
JESSE: ‘Está bien.’
JOHNNY: ‘¿Tu mamá hace todo esto?’
JESSE: ‘Si, pero ella no lo lee de una computadora.’
Te comparto todo este diálogo porque, aunque es una obra de ficción, ilustra nuestra convicción de que las palabras correctas y sinceras, aun cuando se expresan de manera torpe o poco natural, son tan poderosas que dan vida y transforman situaciones.
¿Qué piensas?
Me encantó ver esta película y con esta reflexión aprendí que es bueno expresar lo que sientes y el ser cuidadosos con las palabras, una buena manera es hacerlo con una guía 😅, con la compu junto con los recursos de la biblia🙏🏼
Gracias por este mensaje ❣️muy bueno!