¡Boquiabiertos de Asombro!
- Gabriel Miyar
- 4 abr
- 2 Min. de lectura
Y ustedes deberían imitarme a mí, así como yo imito a Cristo. 1 Corintios 11:1
El martes les mencionaba ese testimonio sorprendente de la comunidad cristiana que perdonó al asesino de sus hijas en Nickel Mines, Pensilvania. Les hablaba en particular de la hermosa película que inmortaliza este testimonio: Gracia Infinita: El Poder del Perdón.
Me puse a buscar en dónde hallé la primera referencia a este suceso y fue en el libro Divine Conspiracy Continued (La Conspiración Divina: Continuación). Voy a citar unos parrafos del libro, porque creo que amarrará muy bien nuestro tema de la semana con su llamado a ser súbditos radicales del Rey Jesús para tener un impacto en el mundo y para vivir libres, al estar dispuestos a desprendernos de los sentimientos de amargura, odio y venganza.
»Hace algunos años, el mundo entero se asombró del amor, y el perdón que un pequeño grupo de discípulos en Nickel Mines, Pennsylvania, le ofrecieron a un hombre solitario y perturbado que le disparó a 10 de niños pequeños, matando a cinco niñas, antes de suicidarse. No hubo “circo” mediático, ni debates políticos enfrentando los derechos constitucionales contra la seguridad pública. Estos súbditos del reino no siguieron la senda bien transitada. En lugar de ello, creyendo y modelando su confianza en la manera de hacer las cosas del Rey Salvador, escogieron perdonar.«
»Aún en medio del duelo y mientras aún estaban consolándose unos a otros, ofrecieron su amor, su gracia y aún apoyo financiero a la viuda del asesino y a sus padres. Como resultado, el mundo contempló asombrado un brillante rayo de luz de pura bondad que iluminaba una hora muy oscura. Esta clase de bondad no se puede esconder. La gente tiene que detenerse y observar maravillados. Perdonar a los que nos persiguen y amar a nuestros enemigos son ideas que todavía violan profundamente nuestras normas culturales establecidas.«
Más adelante, el autor nos da una lección de liderazgo basada en este mismo hecho:
»Las circunstancias de la tragedia de Nickel Mines son un caso en cuestión que apunta a la clase de valor moral y carácter heroico que debemos buscar. Muchas de las víctimas se presentaron al funeral del asesino y, como digimos, se recogió una colecta entre la comunidad Amish para presentarla a la viuda y a sus tres hijos. Pasaron por alto el odio y la venganza y tampoco intentaron usar la tragedia como una palanca política.«
»Estos cristianos son héroes que aparecieron en la peor de las condiciones para dar testimonio al mundo de lo mejor en lo que los seres humanos se pueden convertir. Este es liderazgo moral. Debemos preguntarnos si esto puede, o debería ser, un modelo para otras víctimas de tragedias similares. ¿Podemos imaginarnos aplicar las palabras de Jesús acerca del perdón a hechos de increíble atrocidad? Los seguidores de Cristo de Nickel Mines lo hicieron. Y cuando lo hicieron, el mundo quedó boquiabierto de asombro.«
«Señor, engendra en nosotros esta clase de corazón que asombra al mundo y lo acerca a Ti.»
En lo personal, pienso que si es posible poder perdonar como Jesús lo hizo y nos enseñó. Cuando tenemos al Espíritu Santo en nosotros, todo es posible, basta con conocerlo y rendir nuestra vida a Él, dejar que el ore por nosotros de acuerdo a la voluntad del Padre y permitir que nos guíe, llega un momento que nos transforma y nos da un corazón agradecido, de carne, nos da discernimiento y, luego, entonces, como por arte de magia divina, todo fluye, con una paz sobrenatural en nosotros. No hay odio, no hay rencor, resentimiento ni arrogancia ni soberbia. Es ahí donde podemos entender que todo tiene un propósito, y es entonces que entendemos que no somos perfectos y que…