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  • Annie Partida

Ahorros En El Cielo

Pero su señor respondió: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses”.28 »Después ordenó: “Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil.


Ciertamente nuestra vida, como seguidores de Jesús que hemos decidido tener una vida dedicada a Dios, se desarrolla en esta tierra, pero el Señor nos está entrenando para una vida eterna (“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado” Juan 17:3) basada en conocerlo, conocer sus planes y entender que todo lo que nos es dado y lo que busquemos lograr tiene al final el propósito de manifestar el plan de amor y salvación de Dios.


Si bien no debemos apegarnos a cosas materiales, tampoco debemos descuidar ni esconder lo que Dios pone a nuestro cuidado, sino multiplicarlo y con ello esperar la dirección de Dios para bendecir en el lugar correcto, en el tiempo correcto, a las personas correctas.


“Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. 21 porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mateo 6:20-21


¡Nuestros misioneros van rumbo a Cuba! oremos por ellos todo este tiempo, que la plenitud del propósito de Dios se lleve a cabo en ellos y a través de ellos. Estoy segura de que sacaron recursos emocionales, espirituales y materiales para ponerlos a disposición de este propósito divino, tenían “ahorros” en el cielo. Tuvieron con que porque supieron hacer los “ahorros” correctos. Y no les serán quitados, sino que, conforme a la economía del reino, les serán multiplicados, ya que no son para gastarlos sino para sembrarlos y habrá gran cosecha porque la siembra será grande.


Como iglesia, todos juntos, pudimos apoyar y hoy estos “ahorros” se usan para bendecir a Cuba.


Que bendición poder mantener el entendimiento de que cada don, habilidad, cada bendición tiene su momento de ser usada para los planes de Dios.


“Señor nada tenemos que no nos haya sido dado por ti, ayúdanos cada día a manejar con sabiduría los recursos emocionales, espirituales y materiales que pones en nuestra mano, enséñanos a esperar el momento correcto para usarlos y déjanos gozarnos junto contigo al ver tus propósitos cumplidos.”


Annie Partida

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