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Foto del escritorGabriel Miyar

Sigue Siendo Fácil

Imítenme, así como yo imito a Cristo. 1 Cor. 11:1


Esta semana hemos estado hablando de que discipular no es tan complicado como parece. No sé qué tanto estés diciendo, “este Gabriel nos quiere dorar la píldora para convencernos de hacer discípulos.” Pero, hoy quiero compartir contigo un testimonio que salió en la Transmisión de Oración:


“Les comparto que desde Florece, invitamos a varias maestras del colegio donde trabajo. Ahora tenemos un estudio bíblico entre semana y ¡gloria a Dios se han ido añadiendo más! Obviamente, hemos tenido ataques de las maestras que no quieren saber nada de Dios (hasta ahora). les pedimos sus oraciones por esta situación.”


¿Qué tiene de especial este testimonio? Que refuerza lo que hemos dicho, de que un frecuente primer paso en el proceso de discipulado es invitar a la gente a tu iglesia. En este caso, a la conferencia anual de mujeres de IPV, Florece. Esta seguidora de Jesús que comparte este testimonio invitó a sus compañeras de trabajo y asistieron. Una conferencia es un excelente a atractor. Porque estamos hablando de conferencistas, invitados y locales, con una trayectoria y un impacto comprobado, y aunque tus invitados no los conozcan, lo más probable es que sean afectados para bien, como sucedió en este caso.


Una vez que tus invitados, en este caso invitadas, han sido tocadas por la Palabra y la Presencia de Dios en la conferencia, ya no es nada difícil sugerirles: “¿Por qué no nos juntamos y seguimos disfrutando de la Palabra de Dios? Después de todo, lo que escuchaste en la conferencia está en la Biblia, al alcance de todos, ¿por qué no estudiamos juntas y vemos qué nos dice el Señor?” Pocas personas se negarán a esto. Ahora, si tú no te sientes capaz para guiar el estudio (en esta caso la seguidora que nos compartió el testimonio sí sintió confianza de hacerlo), de seguro sobran personas en tu iglesia calificadas para hacerlo y felices de poder ejercer su don con gente tan receptiva.


¿Ya ves? ¡No es tan difícil!


Y por cierto, varones, ya viene la conferencia anual de hombres de IPV, Destino. ¿Por qué no comienzas a orar por aquellos hombres a quienes te gustaría invitar, hombre. Si tú te pones a orar desde ahorita el Espíritu Santo irá preparando sus corazones y no dudo que verás un gran impacto en esas personas y que Dios te usará de alguna manera para que ellos se hagan, primero que nada, seguidores de Jesús, y quizás también, de una manera modesta y humilde, seguidores tuyos en el sentido en el que Pablo dijo: “Imítenme, así como yo imito a Cristo.”


«Señor, yo te pido que cortes a través de todos nuestros pretextos y excusas y complicaciones y pongas en nosotros el sencillo anhelo de reproducirnos, aprovechando las grandes oportunidades que nos das como iglesia que está llena de impactantes actividades y de personas talentosas con todo el corazón puesto en hacer seguidores para Jesús. Amén.»


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