—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. Juan 4:13-14
El pasaje de la mujer samaritana es sin duda una de las historias más fascinantes de Jesús, pues tiene muchos detalles inusuales, por ejemplo, Jesús intencionalmente busca el momento para hablar a solas con una mujer que además es samaritana.
Sin embargo, una vez más vemos como Dios toma la iniciativa para buscarnos. Vemos que esta mujer no tenía idea ni siquiera en donde debía de adorar o cómo hacerlo, muy probablemente ni siquiera lo había intentado, pues claramente estaba llenando sus necesidades muy lejos de Dios, por eso se había casado tantas veces.
La verdad es que también nosotros podemos ser así. ¿Te acuerdas cómo fue que Dios te encontró? Si reflexionamos en esto, podremos ver que Él también tomó la iniciativa para buscarnos a cada uno cuando nosotros ni siquiera estábamos interesados en adorarlo. Pero ahora, ¿cómo estamos llenando nuestros vacíos?
Creo que este tiempo de ayuno es un buen momento para recordar que lo único que de verdad puede satisfacer nuestros deseos más profundos es Dios mismo, no importa que tan profunda esté nuestra necesidad, únicamente podemos convertirnos en un manantial que desborda vida a través de conocer a Jesús.
Además, en este mismo pasaje Jesús nos recuerda que “no solo de pan vive el hombre”, sino que podemos alimentarnos espiritualmente cuando hacemos la voluntad del Padre.
—Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —dijo Jesús—. Juan 4:34
¿Cuándo fue la última vez que experimentaste esa profunda satisfacción de haber hecho algo que sabías que Dios te pidió?
Aprovecha este tiempo de ayuno y busca en oración a Dios, pídele que te revele Su voluntad y disponte a obedecer, si lo haces, seguramente vas a experimentar un tipo de satisfacción mucho más profunda que el placer que te da comer cualquier tipo de alimento físico.
«Señor, gracias por tomar la iniciativa de buscarme, déjame verte como la verdadera fuente de agua viva, como el único que puede satisfacer mis anhelos profundos y revélame Tu voluntad en este tiempo, a la vez que Tu Espíritu me fortalece para obedecer. Amén.»
Amén! 🙏🏽