Conozco tus obras, tu amor, fe, servicio y perseverancia. Además, sé que tus últimas obras son más abundantes que las primeras… Eso sí, retengan con firmeza lo que ya tienen, hasta que yo venga. Apo. 2:19, 25
Me bendice mucho como Nuestro Señor Jesús reconoce las cosas buenas y positivas que hay en nuestras vidas. Es muy grato ver que el observa crecimiento en nuestra vida y obras. Además, habla por fe describiéndonos de una forma que todavía no somos por completo, pero que él confía en que los seremos. Eso me da más ánimo para escuchar cualquier cosa que necesite mejorarse.
Cuándo dice en el v. 25 “retengan con firmeza lo que ya tienen” se refiere a que no debemos dejarnos influenciar por falsas enseñanzas, sobre todo aquellas que suenan atractivas. En el caso de la iglesia de Tiatira, algunos se habían dejado influenciar por maestros astutos que supuestamente les enseñaban las «“verdades más profundas”, como ellos las llaman,» (2:24). Y la gente se dejaba deslumbrar, como sucede hoy en día con enseñanzas que te prometen que si las adoptas, vas a “parar de sufrir,” y cosas así.
Otra forma en la que puedo ver que la amonestación del Señor: «Eso sí, retengan con firmeza lo que ya tienen» viene muy oportuna es cuando pienso en la facilidad con la cual abandonamos “lo que ya tenemos.” Comenzamos con proyectos y con frecuencia los abandonamos. Nos inscribimos en actividades y con las primeras dificultades desertamos. Esto lo vemos cotidianamente en el Instituto Palabra de Vida, dónde capacitamos gente para servir a Dios. También lo vemos en Celebremos la Recuperación, nuestro programa para vencer defectos de carácter y hábitos destructivos.
Nos inscribimos en estos programas, o en algún ministerio, o empezamos a asistir a un Grupo Enlace en casa, o de Hombres o Mujeres, y cuando las cosas se ponen un poquito, sólo un poquito, complicadas, desertamos.
Lo más maravilloso de esto es que Dios tiene fe en nosotros y afirma: «Conozco tus obras, tu amor, fe, servicio y perseverancia.» Él llama a las cosas que todavía no son como si ya lo fueran (Rom. 4:17) y habla palabras de fe sobre nosotros, diciéndonos que somos hijos que están creciendo en sus obras, su amor, su fe, su servicio y su perseverancia. Y nos llama a hacer honor a las cosas que él declara sobre nosotros.
«Señor Jesús, gracias porque las obras que realizamos para ti han ido en constante aumento, no podríamos hacerlo sin tu gracia. Sin embargo, necesitamos que nos ayudes a retener con más firmeza lo que construimos para ti, porque muchas veces lo que hacemos se nos desarma y desertamos y abandonamos la obra.»
He podido ver un milagro después de una década, mi familia ha sido renovada después de fuertes dificultades. Lo que sigue es precisamente eso, retener lo que ya Dios nos dio e hizo, no hay marcha atrás sino de avance.
Que increíble saber que Dios tiene fe en mi!!!
Dios siempre ve en nosotros el potencial para el curso nos creo. Que nos dé esa gracia para ayudarnos a alentarnos, edificarnos y amarnos los unos a los otros. Que no perdamos la fe en la valiosa certeza de la cual somos coherederos.
Gracias amado Padre por confiar en mi, cuando soy tan frágil como una vasija de barro.
Gracias por verme con amor y por visualizarme como el producto terminado.
Gracias por animarme con esta palabra!!!
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Apoc.3:11
Ayúdame a retener lo que he recibido de ti, Fe, amor, familia, dones, llamado, porque estoy determinada a tomar mi corona para que nadie me la arrebate. Amen
Señor que a pesar de las pruebas, las pérdidas y también de las estaciones de sol y donde todo nos es dado, podamos seguir siendo fieles y estables en ti. Gracias por tu Palabra que nos ancla.