¿Qué está Escrito? ¿Cómo Lees?

Un intérprete de la Ley se levantó y dijo, para probarlo:

—Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

Él le dijo:

—¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees? Lucas 10:25-26 (RV95)

Es muy evidente que este maestro de la Ley no tenía la intención de escuchar a Jesús para aprender de Él. Lo que quería era ponerlo a prueba para encontrar un error en sus enseñanzas y demostrar que Jesús no era el Mesías y que ni siquiera era un maestro confiable. Probablemente, incluso se sentía superior a Jesús como maestro, pues él era reconocido como un maestro de la Ley y Jesús no había tenido una educación formal como la que este maestro seguramente tuvo.

Entonces Jesús, con toda la genialidad que lo caracteriza, le hizo una pregunta que el maestro de la ley no vio venir: “¿Cómo lees?” No había error en la Ley, la cual podía resumirse en amar a Dios y a las personas. El error estaba en la manera en que este maestro la leía, ya que no leía con la intención de adaptar su vida a las Escrituras. Leía las Escrituras buscando cómo adaptarlas para no ser desafiado, para continuar con su cómoda vida, creyendo que así honraba a Dios.

Pienso que esto nos deja ver que el problema no está en estudiar las Escrituras. Desafortunadamente, hay creyentes que se excusan en pasajes como este (o el que dice que la letra mata) para ser negligentes en su estudio personal de la Biblia. Esa nunca fue la idea.

Pero, por el otro lado, también hay muchos creyentes que estudian la Biblia solo para poder agregar versículos a lo que ya creen de antemano y no están dispuestos a que sus creencias y menos aún su comportamiento, sean desafiadas por lo que leen.

Creo que esta es parte de la genialidad de las parábolas. Jesús las usaba para desafiar a las personas a cambiar su mentalidad y también su comportamiento. Lo vemos al final de la del Buen Samaritano, cuando le dice al maestro: “ve tu y haz lo mismo”.

¿Cómo lees tu la Biblia? ¿Con un corazón dispuesto a adaptar tu vida a la Palabra? ¿Necesitas arrepentirte de tratar de reducir las Escrituras a lo que es manejable para ti?

«Señor, ayúdanos a leer Tu Palabra con un corazón dispuesto a ser transformado por ti; que profundicemos en nuestro conocimiento de Ti y de tu Palabra y que eso se vea reflejado en la manera en que vivimos. Amén.»