Lo Siento; Cometí un Error. ¿Me Perdonas Por Favor?

Ayer veíamos los torpes esfuerzos de Johnny por pedirle perdón a su sobrino Jesse. Torpes, sí. Sin embargo, vimos que aún esos pobres intentos son suficientes para tocar un corazón lastimado y empezar a sanarlo. Pero, la verdad es que necesitamos ir mucho más allá.

Robert Wolgemuth en su libro: “El Lugar Más Importante de la Tierra,” en el capítulo 6, que nos presenta una segunda parte del tema El Poder de las Palabras, nos habla de cómo pedir perdón efectivamente.

Cuando hemos hecho algo o hemos dicho algo que ha herido o insultado o humillado a alguien en nuestra familia necesitamos componerlo. La manera de hacerlo es diciendo:

Lo siento; cometí un error. ¿Me perdonas por favor?

Se necesitan las 3 partes. Si solamente decimos “lo siento,” esto a menudo suena como un cliché que no expresa ningún arrepentimiento sincero y no logra provocar una respuesta que enmiende las cosas. Si solamente decimos: “lo siento,” pudiéramos dar a entender una de varias cosas:

“Lo siento sólo si tú también reconoces que te equivocaste y lo sientes.” O “siento que me hayan atrapado.” O “lo siento sólo porque tú esperas que diga ‘lo siento,’ pero, realmente no lo siento.” Todas estas cosas pueden quedar ímplicitas en el aire.

Necesitamos ir a la segunda parte: “Cometí un error.” Así ya no hay que suponer nada. No estamos dejando nada en el aire. No nos estamos justificando dando a entender que fue un accidente. Al admitir que cometí un error he pronunciado un juicio sobre mí mismo y es tiempo de pedir que me liberes de lo que hice.

Esa liberación viene con la tercera parte: “¿Me perdonas por favor?” Cuando respondes que sí a mi pregunta borramos la pizarra, la transacción queda completada y esto anula el error.

Si solamente digo: “lo siento” tú podrías decir: “ah, no te preocupes,” aún si realmente herí tus sentimientos. No basta con esto. Si doy el siguiente paso y digo: “cometí un error,” tú podrías decir: “¡Vaya que lo hiciste!” Pero, aun no es suficiente.

Pero, si te hago una pregunta que exige una respuesta: “¿Me perdonas?” entonces me has dado la oportunidad de empezar de nuevo. Tú me dices “sí” y podemos volver a comenzar.

El pedir perdón es tan importante que debemos asegurarnos de que lo hacemos de manera completa.

¿Cómo acostumbras tú pedir perdón?