top of page
Buscar

Hacércate con una Ofrenda

Foto del escritor: Gabriel MiyarGabriel Miyar

“Nadie podrá presentarse ante mí sin una ofrenda.” Exodo 34:20


Leyendo Exodo capítulo 34 me encontré con este mandamiento: “Nadie podrá presentarse ante mí sin una ofrenda.” Es un mandamiento claro y sencillo. Ahora bien, yo sé que no estamos bajo la ley de Moisés. Por eso, cuando enseñamos el diezmo, tuvimos cuidado de indicar que el diezmo es anterior a la ley de Moisés, durante la ley de Moisés, y después de la ley de Moisés en el Nuevo Testamento. ¿Recuerdan? “Es cierto que deben diezmar, pero sin descuidar las cosas más importantes” (Mateo 23:23). Lo cual es una advertencia de Jesús a que no creamos que porque somos fieles con nuestros diezmos ya estamos bien con Dios. Hay cosas más importantes que tampoco debemos descuidar.


Sabiendo que no estamos ya bajo la ley de Moisés, sino bajo la ley de Cristo, sin embargo, tomamos la ley de Moisés como una referencia. Por ejemplo, lo primero que me viene a la cabeza, si la ley de Moisés dice: “no pondrás bozal al buey que trilla” (a fin de que pueda comer mientras trabaja) Deut. 25:4, lo tomamos como referente para no ser crueles o tacaños con nuestros animales (o con nuestros empleados y trabajadores como lo tomó en referencia Pablo—ver 1 Cor. 9:9-10).


La Ley dice: »Una mujer no debe vestirse con ropa de hombre, y un hombre no debe vestirse con ropa de mujer. Cualquiera que hace algo así es detestable a los ojos del Señor tu Dios« (Deut. 22:5). Entonces, lo tomamos como referente para guardar una distinción sana entre ambos géneros, que reafirme su identidad, aun en cosas como el atuendo. No se escribió para prohibir que las mujeres usen pantalón, como se hace en algunas denominaciones (Los pantalones ya no son ropa de hombre, están diseñados para mujeres).


En fin, el referente aquí en Exodo 34 es que busquemos no llegar delante de Dios con las manos vacías. Es como cuando te invitan tus amigos a su casa para cenar, y tú quieres llegar con algo, aunque sea sencillito. Es parte de nuestra naturaleza. Cuánto más para con Dios. Te animo a que cada domingo antes de reunirte deliberadamente asignes una cantidad, grande o pequeña, y la traigas como una ofrenda al Señor. El Señor la recibirá con agrado y tu corazón se irá ensanchando. Y no te limites a la reunión de la iglesia. Cuando le des dinero a alguien necesitado en la calle hazlo como una ofrenda al Señor. Miren que hermosa cita en Prov. 19:17, »Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y él te lo pagará!«


«Señor, enséñanos a ser generosos y a venir ante ti con ofrendas voluntarias pues Tú has sido generoso con nosotros. Amén.»

 
 
 

2 comentários


cynthia joselyn vazquez plaza
cynthia joselyn vazquez plaza
13 de fev.

Seguir aprendiendo cada día a ser generosos ❤️ amén 🙏🏼

Curtir

Rita Sevilla
Rita Sevilla
13 de fev.

Gracias, es una reflexión que a veces uno no logra entender.....

Curtir
bottom of page