Ganancia En La Rendición
- Daniela Orozco
- 21 mar
- 2 Min. de lectura
Entonces dijo a la multitud: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme. 24 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás. 25 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero, pero te pierdes o destruyes a ti mismo?
Lucas 9:23-25 (NTV)
Como hemos visto toda esta semana, el Reino de Dios es un tesoro increíble y para obtenerlo necesitamos rendir todo lo que tenemos. Sin embargo, entregar todo por el Reino de Dios no es una pérdida, por paradójico que suene, rendir todo a Dios es una ganancia para nosotros, pues solo en Él podemos encontrar una vida plena.
Podemos ver como ejemplo de esto a Abraham, cuando Dios le pidió que dejara todo lo que él tenía podría parecer ilógico, pues él era un hombre rico, con una esposa y con familia cercana. Dios simplemente le dijo que lo dejara todo y que fuera a un lugar que Él le iba a mostrar, así Abraham dejó todo para seguir el llamado de Dios, pero eso no fue una pérdida para él, pues no solamente fue bendecido con prosperidad económica, sino que recibió la promesa de Dios, algo que le dio un propósito impresionante a su vida. Imaginen la ganancia impresionante de Abraham, al final de sus días pudo tener el hijo que tanto anhelaba y la seguridad de que Dios mismo haría de él una nación grande a la que bendeciría por siempre. Seguramente Abraham no veía como una pérdida todo lo que dejó atrás para seguir a Dios, más bien, podría pensar que lo que dejó no era nada valioso comparándolo con lo que recibió.
¿Alguna vez le has rendido cosas a Dios? ¿Cómo ha sido? ¿Hay algo que te esté siendo difícil entregar ahora? Puedes tener la confianza de que Dios siempre tiene cosas mejores y que Su voluntad de verdad es buena, agradable y perfecta. Nada en esta vida se compara al valor infinito de poder tener comunión con Dios y con el profundo propósito que encontramos al rendirnos a Su voluntad.
Señor, ayúdanos para ver el Reino de los cielos, que podamos ver su valor, para así soltar todo lo demás con alegría, pues queremos tener relación profunda contigo siempre.
Amén.
Daniela Orozco
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