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  • Foto del escritorGabriel Miyar

Entre Ustedes Será Diferente

Ayer puse a sufrir a los pastores de campo y predicadores pidiéndoles que desarrollarán una cita bastante áspera: 1 Corintios 3: 1–4. La cita dice así:


Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en Cristo. 2 Tuve que alimentarlos con leche, no con alimento sólido, porque no estaban preparados para algo más sustancioso. Y aún no están preparados, 3 porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa.


Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo? 4 Cuando uno de ustedes dice: «Yo soy seguidor de Pablo» y otro dice: «Yo sigo a Apolos», ¿no actúan igual que la gente del mundo? 1 Cor. 3:1-4


No lo hice para meterlos en problemas con un pasaje difícil de la Escritura, aunque estoy consciente de que, por ejemplo para la China, la pastora de IPV Brisas, que fuera la primera vez que predicaba en IPV Norte y con esta cita, ¡no debió haber sido la manera más amistosa de presentarse por primera vez! Sin embargo, La China hizo un trabajo genial y predicó de manera impactante, pero sensible.


Y es que, tarde o temprano, en esta serie había que “agarrar este toro por los cuernos:” Si no somos del mundo, que raro que a veces no nos diferenciamos mucho de la gente del mundo. Pablo les dice a los corintios: “¿No viven como la gente del mundo? … ¿no actúan igual que la gente del mundo?” En serio, ¿cómo vivimos? ¿Como la gente del mundo?


La idea era, y es, examinar nuestras vidas a la luz de este sobrio pasaje de la Escritura y ver si en alguna área pudiéramos estar viviendo de una manera no tan diferente a la gente del mundo. ¿Hay alguna área en nuestra vida en la que nuestros líderes tendrían que hablarnos como si perteneciéramos a este mundo porque no somos capaces de comprender o aceptar una instrucción madura?


Los niños en Cristo permanentes, por ejemplo tropiezan con las enseñanzas de Jesús y de Pablo acerca del dinero o de Malaquías acerca del diezmo. Una creyente que vive como la gente del mundo, sacrifica la unidad de la iglesia por alguna preferencia personal.


Necesitamos escuchar de nuevo esa palabra autoritaria de Jesús: “¡Pero entre ustedes será diferente!” (Mat. 20:26).


«Señor, examina mi corazón y saca a la luz aquellas áreas en las que no he madurado y llévame hacia la madurez por medio del Espíritu y tu Palabra. No quiero seguir comportándome como la gente del mundo que no te conoce. Amén.»

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1 Comment


Unknown member
Aug 12

Poderosa verdad Pastor, gracias por compartirla 🙏🏻

Arturo M.

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