El Vínculo de la Paz

Ayer hablamos de este versículo tan importante en Efesios 4:3 (NVI):

Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.

Hay varias cosas que podemos ver en este texto: la primera de ellas es el verbo imperativo “esfuércense.” Mantener la unidad del Espíritu implica esfuerzo. No es algo que simplemente se da. La unidad del Espíritu siempre está siendo amenazada y se requiere invertirle esfuerzo para conservarla.

Las cosas que amenazan la unidad del Espíritu las podemos deducir por el contexto: No tener el suficiente amor para actuar con humildad, amabilidad, paciencia y tolerancia. Pablo nos aconseja en Romanos 12:9 —“No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad... Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente” (v.10). Por otro lado, tener estos frutos de humildad, amabilidad, paciencia y tolerancia es vivir de una manera digna del llamamiento que hemos recibido.

Otra idea importante es la de “mantener” la unidad del Espíritu. Nosotros no la creamos, sólo la mantenemos o conservamos. Dios la crea al infundir su Espíritu en nosotros como pueblo.

El Espíritu da vida y unidad a la iglesia. Es como la visión del profeta Ezequiel (cap. 37) cuando vio que los huesos secos en el valle se unían, se llenaban de carne y piel, y cuando Dios sopló su aliento en ellos cobraron vida!

Pero nos toca nosotros cuidar y proteger esa unidad. ¿Y como lo hacemos? Con el vínculo de la paz. La versión NTV de Efesios 4:3 dice: “Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz.” Romanos 12:18 dice: “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.” No siempre depende de nosotros, pues hay personas que no buscan la paz sino que buscan sus propios intereses a costa de lo que sea. No les importa romper el vínculo de la paz con tal de salirse con la suya.

Actitudes egocéntricas como estas que nos llevan a romper los vínculos en nuestra búsqueda de satisfacer nuestros propios intereses Nos desintonizan del Espíritu Santo. ¿Qué puedo hacer hoy “en el Espíritu” para guardar y proteger los vínculos que me unen con mis hermanos en la fe? ¿Qué cosas concretas te ha revelado el Espíritu Santo para mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz?

Puedes dejarme tus comentarios más abajo.