El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente». Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor. Jonás 1:1-3
Ayer comenzamos un tema muy emocionante dentro de la serie Seguidor. Se trata de lo que dijimos al principio del año en la conferencia IPV. Que, al igual que Jeremías, Dios nos dio a las naciones. Antes de nacer y tener vela en el entierro, o más bien en el nacimiento, Dios ya nos había regalado a las naciones, sea literalmente para ir o para quedarnos en casa y orar por ellas, enviar contribuciones o sostener parcial o totalmente a un misionero.
Entre aquellos que son llamados a ir, tal vez haya alguien a quien le esté costando “poner a Cristo antes que su comodidad y preferencias.” André y Pierre Lacocque hablan del Complejo de Jonás, el choque entre agradarme a mí mismo y agradar a Dios que me comisionó para cumplir sus planes. La tensión entre la comodidad y el carácter. Jonás estaba dividido, por un lado, entre su deseo de capitalizar su potencial personal, disfrutando de sus posesiones acumuladas y, por el otro, el cumplimiento de una vocación que hacia trizas su cómoda búsqueda de la felicidad.
Siempre hemos pensado que Jonás se rehusó a ser enviado por Dios a la nación pagana de los asirios, concretamente a su capital, Nínive. Y explicamos esta negativa diciendo que, de alguna manera, Jonás tenía un fuerte prejuicio contra esa nación que había arrasado con el reino de Israel en el siglo octavo a.c. Pero, los hermanos Lacocque argumentan de manera convincente que la lucha de Jonás era entre sus propios planes para una vida cómoda y próspera y el llamado a dejarlo todo para ir a la misión.
Las misiones están muertas sin gente que tenga la libertad de negarse a si misma. Sin líderes que estén dispuestos a hacer los sacrificios de desprenderse de gente altamente efectiva y motivada y buscar los recursos necesarios para enviarlos.
Nosotros, por el momento, estamos trabajando en las misiones a corta distancia, a través del ministerio de Redes, dentro de las fronteras de nuestro país, levantando obras nuevas, fortaleciendo las existentes. Pero, tenemos el anhelo de pronto empezar a trabajar en las misiones de largo alcance. Por lo pronto ayudamos a reunir los fondos para enviar a la doctora Daniela Pacheco a Kenia por dos semanas y estamos felices de todo lo que Dios hizo allá a través de ella. Es una probadita, pero nos abrió el apetito para todo lo que Dios tiene planeado en su maravilloso cometido de alcanzar a todas las naciones con el amor de Cristo.
«Señor, si descubres que en mi hay una resistencia a los planes que tú has diseñado para mi vida; si al examinar mi corazón descubres que estoy cediendo ante mi zona de confort, que estoy poniendo comodidad antes que carácter; te pido que me lo hagas saber y que me llenes de tu Espíritu Santo para cumplir tu voluntad. Amén.»
Jonas. El misionero más grande dela biblia 120mil almas de Ninive
Amén 🙏🏻