Hasta ahora, sólo de oídas te conocía,
pero ahora te veo con mis propios ojos. Job 42:5
El primer paso en la vida cristiana es conocer a Dios. Parece obvio y lo es, pero es que para mucha gente el primer paso es asistir a la iglesia. Y en un sentido sí, por eso nos esforzamos en darlo a conocer en nuestras actividades, especialmente los domingos, pero hay personas que pueden estar asistiendo a la iglesia por bastante tiempo sin conocer realmente a Dios. Porque como hemos dicho, cuando hablamos de “conocer” a Dios, no estamos hablando de saber un montón de información acerca de Dios. Puedes tener mucha información acerca de Dios y realmente no conocerlo. Puedes conocerlo “de oídas” sin “verlo con tus propios ojos.” Es decir, sin experimentarlo personalmente.
Hay gente que ha crecido en la iglesia desde niños y saben muchísimas cosas acerca de Dios y de la Biblia, pero no tienen este conocimiento que viene de una relación cercana y una interacción cotidiana con el.
Por otro lado, conocer a Dios no es algo estático de una vez por todas. Es una relación continua y dinámica, como el matrimonio, un proceso de seguir conociéndose el uno al otro, de una manera cada vez más profunda y más cercana. Conocer a Dios es muy similar. Puedes conocer su voz al orar, hablar y escucharlo. Puedes conocer sus caminos al leer y estudiar su Palabra y sobre todo al aplicarla.
Job es un ejemplo excelente de alguien que conocía a Dios. Era un modelo de devoción. Sin embargo, después de su experiencia de quebranto, donde confrontó fuertes cosas ocultas en su corazón —dudas, temores, inconformidades, rebeliones y cosas así— y pudo sacarlas a la luz delante de Dios, fue que llegó a conocerlo de una manera mucho más profunda. Algunos de nosotros necesitamos tener esta confrontación honesta con Él para conocerlo más profundamente. Job describe la diferencia como la diferencia entre “oír” de alguien y realmente conocerlo “cara a cara.”
Así que, por un lado, oramos que aquellos que no conocen a Dios, aún estando cerca o rodeados de personas que lo conocen, lo conozcan. Y, por otro lado, que aquellos que conocemos a Dios busquemos conocerlo mejor y más profundamente, como Job, aunque no necesariamente a través del quebranto y el dolor (muchas veces sí será necesario pasar por esto para conocerlo mejor).
«Señor, oramos que en estas semanas muchas personas lleguen a conocerte. Oramos que este domingo todos aquellas personas que asistan a nuestros campus, nuevas o conocidas que no te conocen, te conozcan. Y que los que te conocemos, lleguemos a conocerte de un manera más profunda y cercana. En el nombre de Cristo, amén.»
Si amado Jesús, muéstranos la belleza de tu gloria y las profundidades de tu humanidad.
Gracias Pastor 🙏🏼
Arturo M.